[Opinión] La Odisea de un Criadero

Preparar a un criadero de caballos para participar en una feria ganadera a mil kilómetros de distancia, en la ciudad de Osorno, es una verdadera epopeya que pone a prueba tanto al equipo como a los ejemplares.

Esta experiencia es más que un simple traslado: representa un esfuerzo titánico que combina logística, planificación y sobre todo, una profunda pasión por acercar los caballos a las personas y mantener vivas las tradiciones ecuestres.

Para cualquier criadero, transportar caballos a largas distancias no es tan sencillo como cargar el remolque y ponerse en marcha. La logística para un viaje de este tipo comienza semanas, incluso meses antes. Desde la planificación de las rutas hasta la elección del personal que acompañará a los caballos, cada detalle cuenta.

El equipo se asegura de que cada caballo esté en óptimas condiciones de salud y preparación. Esto incluye una revisión veterinaria completa para evitar cualquier  inconveniente en el camino. También se cuida cada detalle de la alimentación, considerando la necesidad de mantener a los caballos bien hidratados y nutridos durante el trayecto. Cualquier cambio en la dieta podría generar estrés y afectar su rendimiento en la feria, por lo que se eligen alimentos y suplementos específicos para el viaje.

El transporte en sí requiere un vehículo adecuado, equipado con todas las comodidades posibles para que los caballos viajen tranquilos y seguros. Se revisan los trailers para garantizar que estén en perfecto estado y que la ventilación, el espacio y la comodidad sean los adecuados.

El equipo humano del criadero es otro factor clave en esta travesía. No solo transportan a los caballos, sino que también deben cuidarlos y asistirlos en el camino. Esto implica hacer paradas estratégicas para darles descansos, agua y alimentos. Cada miembro del equipo se compromete con dedicación y responsabilidad en cada etapa del viaje. La relación con el caballo es profunda; para los cuidadores y jinetes, cada ejemplar es único y su bienestar es lo más importante.

Esta conexión entre el ser humano y el caballo ha sido fundamental en la historia de la humanidad. Los caballos han jugado un papel crucial en el desarrollo de las comunidades, ya sea como medio de transporte, herramienta en las labores agrícolas o incluso como máquina de guerra en las conquistas. En la actualidad, el uso del caballo ha evolucionado, y aunque ya no tienen el mismo rol en la vida cotidiana, su importancia permanece intacta.

Durante el viaje, los desafíos son constantes. Las carreteras en el sur de Chile pueden ser complejas, y en un trayecto tan largo, el cansancio y las inclemencias del tiempo pueden hacer que el trayecto sea más exigente. Sin embargo, el equipo no se desanima. La pasión y el amor por los caballos son el motor que los impulsa a enfrentar estos desafíos, con el único objetivo final de presentar sus ejemplares al público.

Una vez que llegan a la feria ganadera, comienza otra etapa igual de intensa. El equipo debe asegurarse de que los caballos se aclimaten rápidamente al nuevo entorno, que se mantengan tranquilos y en óptimas condiciones para las exhibiciones y competencias. La conexión y el vínculo que tienen con cada ejemplar se reflejan en la confianza que transmiten a sus caballos.

En esta feria, no solo se exhiben los mejores ejemplares del criadero, sino que también se reafirma la importancia de los criadores en la preservación de los estándares de cada raza. Los criadores juegan un papel fundamental en el mejoramiento genético, dedicando años de trabajo para lograr caballos que no solo sean bellos, sino que también cumplan con los criterios de temperamento, salud y funcionalidad.

El esfuerzo y la dedicación de los criadores garantizan que el legado y la pureza de cada raza perduren en el tiempo, al mismo tiempo que buscan mejoras en la genética de sus animales. Este trabajo silencioso, muchas veces no comprendido por quienes están fuera del mundo ecuestre, es crucial para la preservación de estas razas y su adaptación a las necesidades de la actualidad.

Hoy en día, el caballo ha dejado de ser una herramienta de trabajo para convertirse en un compañero en el deporte, la terapia y la recreación. En muchos casos, los caballos se han convertido en facilitadores de terapias para personas con diversas necesidades, ofreciendo beneficios emocionales y físicos a quienes interactúan con ellos. Esta transformación en su rol demuestra la adaptabilidad y nobleza de estos animales, y cómo los criadores han sabido guiar esta evolución para que el vínculo entre el ser humano y el caballo continúe fortaleciéndose.

A medida que el público recorre la feria y observa a estos imponentes caballos, no solo está presenciando la culminación de un arduo trabajo, sino que también, se encuentra con un símbolo viviente de nuestra historia y nuestras raíces, con el esfuerzo incansable de quienes dedican su vida a la crianza de estos nobles animales.

Te invito querido lector a visitar alguna vez esta feria ganadera, ven a maravillarte con la elegancia de los caballos y a conocer la dedicación de los criadores que día a día trabajan por preservar y mejorar sus razas.

Visita y descubre un mundo donde el caballo no solo es un animal, sino un compañero y un emblema de nuestra historia y cultura.