Nueva temporada y ¿progresamos?

Por Arturo Montory G. www.tierradecaballos.cl

El rodeo crece y crece lo que es grandioso para nuestras tradiciones huasas y campesinas, los niños y jóvenes están cada día más entusiasmados, los dirigentes se esfuerzan por que todo se cumpla bien, lo hacen con cariño y sacrificio personal.

Pero en un par de cosas no progresamos absolutamente nada.

Es vergonzoso e inaceptable que durante los rodeos donde menos se ven huasos es dentro de la medialuna, en los camiones lleno, en el picadero lleno, en las tribunas lleno y en la pista luego del paseo inicial se queda solo la collera que corre y la que está “a la puerta”, los del “aguaite” a veces entran justo, conducta totalmente condenable porque es poco deportivo y pésimo para el espectáculo y el público.

El reglamento establece 25 colleras dentro del corral y punto.

En el rodeo de primera con puntos de parque Padre Hurtado en un momento de las Series el Delegado obligó, anunciado por micrófono, a presentarse en la pista a los corredores que actuaban sino los eliminaba, así entraron en razón, gran delegado con personalidad y con sentido de justicia hacia el púbico y apegado a reglamento, felicitaciones.

Otro tema habitual en esta columnas, la “atajada suave o detención del novillo”, no avanzamos nada por más que se dicen discursos del cambio todo sigue igual y sólo vale para el que jura el “golpe violento y al suelo”, y vamos dando cuatro puntos a destajo. Aunque después de golpear el caballo quede por arriba del animal, lo mire de lejos y no entregue, igual los cuatro, eso no es atajada.

Pregunten a todos los “antiguos” que estén mirando un rodeo actual y les dirán esto mismo, que están equivocados en esa apreciación moderna de atajada, la detención del novillo es válida para obtener puntos, remítanse al reglamento que es público.

Los capataces son la máxima autoridad dentro del corral, y no deben permitir en ningún momento de una serie o final que se galopen caballos dentro de ella, para ello se hicieron los “picaderos”, es un desorden sin nombre y además peligroso para las colleras que están corriendo.

Se ven mantas de criaderos que están fuera del reglamento, no cumplen ser confeccionadas de cuatro campos y tres labores, de fácil identificación, además de la huincha, los que saben lo comentan en las tribunas.

Lo anteriormente mencionado son detalles fáciles de corregir o por lo menos aminorar.

Pero aquí viene lo penoso y actual, el casi total abandono del Movimiento a la Rienda en los rodeos, en las planillas que se entregan semana a semana casi no existe esta prueba y si la hay apenas un solo “conjunto” (caballo y jinete en la usanza huasa). 

En la actualidad muchos jinetes jóvenes buscan para comprar caballos de rienda ya terminados, pero se encuentran con la dura realidad que no están en el mercado, porque los “arregladores” son exigidos a sacar caballos solo corraleros, motivados por sus propietarios que no ven un futuro en el caballo de rienda, y así vemos en las medialunas cada día menos caballos “terminados”, y muchos solo chocadores con poco o casi nada de boca, que es precisamente lo que distingue al caballo educado. 

Como se echa de menos dirigentes con la pasión por la rienda como José Tagle Ruiz, “Colacho” Larraín, Cesar Rozas, Alberto Benavente, Alberto Echenique Domínguez, Edmundo Moller B., Miguel Letelier E., Tobías Labbé, Gil Letelier, Ricardo Ibáñez L., Guillermo Aguirre Ureta, Estanislao Anguita A., Pedro Juan Espinoza D., y jinetes como Segundo Araya, Tomás Celis, Segundo Zúñiga, Julio de la Fuente, Ramón Álvarez, Oscar Bustamante, Atiliano y Santiago Urrutia, Raúl Rey, René Mosqueira, Remigio Cortés, Fernando Barra.

Aplaudo y felicito a los muy pocos jinetes hombres y mujeres que aun luchan, practican y difunden el glorioso Movimiento a la Rienda.            

Sería una linda faena y homenaje al caballo chileno en su esencia funcional, verlo actuar en el Movimiento a la Rienda en la explanada central del parque Padre Hurtado, durante la Semana de la Chilenidad, rodeado de un marco de 100.000 personas, con “conjuntos“ del mayor nivel nacional.