Comalle, cuna de grandes corraleros
Por los años 1960 Félix Eyheramendy Larroulet, oriundo del Los Álamos-Lebu provincia de Arauco, compró a Atilio Capomassi el fundo Las Moreras ubicado el Comalle, que era contiguo a la hacienda Vizcaya de Quintín Arrigorriaga, donde se desempeñaba como administrador general Oscar Bustamante Salas, hijo del legendario Jesús Regalado Bustamante de Teno. Recién nacido en Comalle en esa época estaba Oscar Bustamante Calderón, destacado jinete actual en plena vigencia.
En 1962 Oscarito y su tío Julio Bustamante empataron el Campeonato Nacional en Los Ángeles en Rancherito y Negury (criado en Viscaya) con Ramón Cardemil y Ruperto Valderrama en Manicero y Matucho.
Los jóvenes corraleros comallinos de aquella época eran Oscar Bustamante Navarro, Manuel Solís González, Hernán Villalobos Arzola, Ruperto Fuenzalida, Luis Sepúlveda Alegría, Gonzalo Prado, “Toto” Calderón, Segundo “Wuito” Zúñiga, René Ortega y su hijo, y los muy jóvenes aficionados Hernán y Roberto Eyheramendy, Jack Dabiké, Arturo Montory, y los aun niños Juan Manuel Solís y Claudio Solís.
El rodeo del pueblo de Comalle en 1960 lo ganó Trivelli y Puig en Chiporra y Tormenta; segundos Quera y Márquez en Pregonero y Ofrendada; en 1961 lo ganó Conrado Zaror en Tabacazo y Cervecero y segundos fueron Ricardo Ibáñez en Gitanita y Huingán; en 1962 lo ganó Oscar Bustamante en Rancherito y Negury, segundos fueron Barra y Mallea en Venturita y Navidad, traigo esta acotación para apreciar el nivel que tenía este legendario y acampado rodeo.
Ya desde esos tiempos el gran organizador era Manuel Solís González y su compadre Hernán Villalobos, secundados por todos los nombrados anteriormente, pero “Pacho” era el encargado del ganado, y por lo general lo prestaba integro para todo el rodeo, hecho habitual por décadas, por lo tanto la fecha del rodeo estaba íntimamente ligada a la “bajada del cerro” de los novillos de Manuel, lo que se celebraba por los socios del Club Comalle regadamente en las Quintas del pueblo, lo que se convertía en una fiesta muy esperada por comallinos y visitas curicanas invitadas que nunca faltaban.
Famosas eran las “zorreaduras”, que organizaba el “Pacho”, a los cerros de Sagrada Familia, otro motivo para celebrar y ver poco los zorros pero si muchas libaciones espirituosas, otra gran fiesta de estos próceres, en fin nunca se pasaron penas en este maravilloso club que encabezaban Manuel y “Perico”.
Lo bonito es que Comalle conserva hasta la actualidad este gran cariño y amistad entre los suyos, ahora ya con participación a activa de jinetes nietos de los nombrados.
Si cabe poner nombre al término “deportistas”, llevaría el de estos compadres, que grandes corraleros y mejores personas.
Siendo presidente del Club de rodeo de Comalle Jaime “Jota” Torrealba, me invitó a un rodeo del pueblo donde le dieron un lindo reconocimiento a Manuel Solís nombrándolo Hijo Ilustre de Teno, otorgado por su Municipalidad, lo que “Pacho” junto a sus familiares recibió muy emocionado.
El premio de Familia Criadora otorgado por la Federación de Criadores este año y entregado en Rancagua fue un lindo gesto, que íntimamente debe haberlo emocionado.
Manuel, era un hombre de una bondad tremenda, a cuanta gente ayudó, muchísimos, y sin esperar nada de vuelta, era su vocación el servir y ver contentos a los demás.
Huaso de una actividad intensa, a las 5.30 A.M. todos los días de su vida estaba en pie, ensillaba y salía al campo aun con la escarcha viva y lleno de neblina, a revisar una por una sus vacas, sus novillos, sus ovejas, sus caballos, amaba lo que hacía, y conocía cada animal de los muchos que tenia, era impresionante verlo reconocer cada novillo entre cientos, y para calcular el peso, no se le escapaba un gramo, porque era hombre de Feria.
Era muy común en los rodeos de la zona preguntar, ¿porque aun no llega el “Pacho”?, ¡es que tosió anoche una oveja y la fue a revisar!, era la respuesta.
Fue además muy bueno para el negocio, hombre de una clara inteligencia comercial, un huaso completo. Descansa en paz.