Los hermanos Reyes sellaron su paso a Rancagua con actuación inolvidable

La emoción y la alegría marcaron la jornada para los hermanos Raimundo y José Tomás Reyes (Asociación El Libertador) quienes aseguraron su clasificación al Campeonato Nacional de Rodeo tras una destacada actuación en el Clasificatorio Zona Centro que se corre en San Clemente. En los lomos de Principio Artesana y Santa Elba Redoble, la collera sumó 20 puntos buenos, lo que les permitió inscribir su nombre en la gran final de Rancagua.

El logro es aún más especial al tratarse de su primera clasificación juntos como hermanos, lo que se constituye en un hito en sus breves trayectorias corraleras. “Estamos demasiado contentos. No entro en el cuerpo de lo contento que estoy con este logro. Primera vez que completamos juntos y llegar a Rancagua es algo inesperado, pero demasiado lindo”, expresó Raimundo, quien no dudó en destacar el desempeño de su compañero. Mi hermano se destapó en la serie, puras flores para él”, dijo.

Por su parte, José Tomás también vivió la clasificación con gran emoción, consciente del significado de este logro: “Es un sueño llegar a Rancagua y más aún con mi hermano. Fue una temporada bonita para todos en el corral… no sé cómo describir la sensación de estar allá, pero estoy muy feliz”.

Más allá del talento demostrado en la medialuna, los Reyes quisieron subrayar la importancia del equipo y la familia en este camino. “Este es un logro en familia, con todos los que siempre hacen el aguante desde atrás. Tuvimos el apoyo de Juan Alberto Delgado, quien ha sido un pilar fundamental, junto con Washington Labarca, que nos prepara los caballos, y Nicolás Salinas, quien nos acompañó toda la temporada”, destacaron.

Asimismo, expresaron su gratitud a quienes hicieron posible su participación. “Gracias a Francisco Eyzaguirre por prestarle el caballo a Tomás y a Nicolás Álvarez, quien se lo trabaja. Nada más que flores para ellos”, añadió Raimundo.

El camino a Rancagua tuvo su cuota de dramatismo, pues la clasificación se definió en la instancia de desempate. “Eso siempre le agrega un ingrediente extra, un poco más de nerviosismo, pero partimos con una carrera completa y después solo disfrutamos”, relató.

Finalmente, quisieron dedicar este logro a su padre, un pilar en sus vidas y su carrera corralera. “Él es el puntal, el que se la juega, el que le mete cabeza, cariño, amor y pasión. Estamos demasiado felices y no cabemos dentro del cuero con mi compañero”, concluyeron.

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Ahora, los hermanos Reyes se preparan para el desafío mayor: Rancagua los espera y llegarán con la ilusión intacta de escribir ahora un nuevo capítulo de una historia de fanáticos del Rodeo Chileno.