Marcelo Guzmán acaparó miradas en Collipulli con clínicas y exhibiciones
Por Guillermo Rojas Fioratti
Así como lo dijo Roberto Standen fueron alrededor de 9 mil kilómetros los que recorrió Marcelo Guzmán Recart para llegar a Collipulli el pasado fin de semana y ser parte y protagonista de una serie de actividades ecuestres que organizó la Asociación de Criadores de Caballos Chilenos de Malleco en conjunto con la Ilustre Municipalidad de Collipulli y que sirvieron para celebrar el aniversario número 156 de esta comuna de la región de La Araucanía.
El evento que contempló una serie de actividades tuvo un panorama muy especial de la mano de Marcelo Guzmán, un huaso chileno que hace 6 años está radicado en los EE.UU., siguiendo su pasión por los caballos para entrar como un jinete más a la competitiva industria del Rodeo Americano, y también la Rienda Internacional, y sin otro caudal que sus ganas y sus conocimientos como avezado jinete de Rodeo Chileno.
En su periplo, Guzmán ha enarbolado el estandarte del Caballo Chileno para presentarlo como una raza equina compatible con las diferentes disciplinas ecuestres que se viven en el país del norte.
Clínicas
Y en Collipulli, acompañado de Hayden Segelke, una experta y campeona de la disciplina del breakaway roping o lazado cero impacto, más la participación del también jinete nacional Gustavo Neumann, cumplieron una nutrida agenda de actividades para dar a conocer el breakaway y, a su vez, participar en la prueba de la aparta, lo que le dio aún más realce a la fiesta ecuestre vivida el fin de semana.
Cabe precisar que el equipo de Marcelo Guzmán realizó esta suerte de clínica la tarde del viernes, concluida la jura de caballos chilenos, que es conocida también como el lazado de ruptura, es decir, una variación del lazado de terneros tradicional, empleado en las faenas ganaderas, en el que se ata a un ternero para su trabajo, pero esta prueba no se lo arroja ni se lo ata.
Se trata de una prueba del rodeo americano donde se “enfrenta” un ternero y un jinete montado. Los terneros se desplazan por una manga hasta salir hacia un corral de grandes dimensiones (similar a la manga de la paleteada argentina) para intentar escapar del lazado del jinete que arriba de su caballo lo persigue a toda velocidad. Si el jinete logra lazarlo por la cabeza, el lazo se suelta automáticamente a fin de evitar la tensión o impacto que voltea al ternero.
Sobre las actividades Marcelo comentó que “fue una viaje flash y producto de la invitación que nos hizo Roberto Standen y aceptamos encantados. Vivimos un gran fin de semana entorno al caballo que es el elemento común que tenemos todos quienes estamos en el mundo ecuestre. Dios quiera que esto sea sólo el comienzo de varias otras actividades que espero podamos ir concretando en el futuro”.
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