Anuario 2013: El recorrido de un Río Tranquilo

- Reportaje recopilado de la sección de las Asociaciones del Anuario de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena de 2013.
Poco común es la historia de Rodrigo Fernández y de su Criadero Río Tranquilo puesto que, tras su creación en Puerto Natales, en Magallanes, los caminos de la vida lo instalaron en Vilcún, localidad donde Fernández y su familia mantienen una productiva crianza, sobre todo en lo deportivo.
Es el mismo Fernández quien da cuenta del comienzo de la historia: "El Criadero Río Tranquilo nace más o menos en 1980 en la estancia Río Tranquilo, allá en la Región de Magallanes, en Puerto Natales. Mi padre, Mauricio Fernández, empezó por esos años a criar a caballos chilenos, donde por esos años todavía se mantenían muchas de las tradiciones argentinas por sobre las chilenas", recuerda Fernández.
"En esos años, en un campo muy cerca al nuestro estaba don Adolfo Ramírez, hermano de don Arturo, y ellos corrían los rodeos, y ahí mi papá comenzó a ver su primera yegua, la Esterilla, que era de don Raúl Capri, y ahí empezó a correr y a sacarle crías, reproduciendo las sangres que hay por esas zonas, y después en el año 92 ó 91, mi papá adquiere un campo en Temuco, en la comuna de Vilcún, que es donde ahora tenemos los caballos", añade el criador.
Y el cambio no sólo incide en el modo de criar, sino también en las sangres que el Río Tranquilo desarrolla a partir de su llegada a La Araucanía.
"Acá empezamos a hablar con ganaderos de la zona, a correr y nos empezamos a dar cuenta de que las líneas de sangre que traíamos desde Puerto Natales era totalmente distinta a la que se ocupaba en ese entonces, sobre todo en el rodeo. Ahí empezamos a adquirir otras yeguas, en remates de Santa Isabel, acá en la zona, y fuimos cambiando todo lo que habíamos criado en Magallanes. Comenzamos una nueva etapa y es la que tenemos ahora", narró.
Fernández igualmente recuerda que la crianza en Magallanes "es distinta por el asunto del espacio, pero el clima es complicado. El invierno es malo, la primavera es más pastosa, y el verano favorece porque es menos calurosa, pero también hay otras cosas, porque en Magallanes la gente de campo es más gaucha que huasa, y muchas de las personas las tiene que llevar desde acá, y por la distancia a la gente no le interese mucho ir allá. Además entre abril y octubre prácticamente no se pueden trabajar".
El ideal de Fernández es salir a los rodeos y para eso cría. "Llevamos siete u ocho corriendo, y la verdad es que andar bien en lo criado cuesta harto, así es que hemos tratado de hacer una mezcla de caballos criollos con caballos comprados, y nos ha dado resultado. Tenemos una yegua que fue campeona nacional de la rienda en 2008, la Muñeca (con Luis Gerardo Soto) y yo personalmente he llegado al Nacional en el Estanquero con un caballo comprado", explica.
Y también habla de su regalón. "El caballo que más nos gustó es el Estanciero, porque fue criado con mamadera, luego de que la madre lo dejara sin leche, y dentro de esos problemas, lo hemos completado. Fue muy huérfano", contó Fernández, quien no deja de lado la morfología.
"Nos gusta que los caballos sean bonitos, bien chilenos, y por eso tenemos sangre del Taco y del Estribillo", contó.
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