- Reportaje recopilado de la sección de las Asociaciones del Anuario de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena de 2019.

Roberto Cancino es un amante del Caballo Chileno y lo demuestra cada vez que se da el tiempo de conversar de su criadero, el Santa Camila, plantel que tras algunos años de trabajo con escogidas sangres está logrando resultados en exposiciones y sumando sus experiencias en las quinchas.

Y ese camino ha sido largo, con una selección muy estricta de padrillos y madres.

"Mi afición por los caballos viene de mi infancia, ya que nací en una familia dedicada a la crianza y engorda de ganado, donde las faenas diarias se realizaban de a caballo. Como mi padre tenía campos más a la cordillera todos los arreos se realizaban por tierra aunque en ese tiempo teníamos caballos no inscritos. De esta manera comenzó mi interés por encontrar y criar buenos caballos vaqueros y el Caballo Chileno reúne esa características", cuenta Cancino.

Fue así como Cancino fue haciéndose de destacadas sangres: "Casi todas las líneas que posee nuestro criadero llegan al Rigor, ya que tengo nietos y bisnietos del Taco, del Chubasco y del Bellaco. También tenemos sangre del Escorpión, porque tengo hijos del Fuste, y recientemente adquirimos una yegua de cría hija del Custodio en madre Bellaco", comenta.

"Tengo unas potrancas hijas del Taquillero, que es hijo del Contimas, y una de nuestras yeguas madres que me ha dado caballos muy funcionales tiene sangre Andrajo y es la Santa Rosa Parranda. Fue una yegua muy funcional, ya que se completó y llegó a Rancagua, siendo reconocida como la mejor yegua en la Asociación Cautín. Lamentablemente se lesionó y es ahí cuando la adquirí como yegua de cría, y ahora me ha dado caballos bonitos. El año pasado me invitaron a participar en la exposición de criadores que se realizó en la SOFO en el mes abril, y en tal oportunidad dos potrancas hijas de esta yegua ganaron sus respectivas categorías, la Trinchera y la Baronesa. Además, En este momentos se están reproduciendo dos potros, uno nieto del Rotoso y un hijo del Plebiscito", añade entusiasmado con lo realizado.

Y esas sangres están funcionando: "Lo ideal dentro de un criadero es encontrar el equilibrio entre la funcionalidad y la morfología, y al momento de escoger un potrillo uno escoge por morfología, pero cuando selecciono un reproductor busco que este haya sido funcional", dice.

"En cuanto a morfología nuestro logro recientemente fue nuestro buen desempeño en la exposición de la Asociación de Criadores de Cautín realizada en abril del 2018, y en el rodeo sacamos una collera de yeguas nuevas a correr dos rodeos, quedando conformes con su desempeño", añade.

Y lo mejor para don Roberto es que todo esto lo puede hacer en familia, teniendo el apoyo de todo su núcleo.

"En lo personal mi mayor logro para el Criadero Santa Camila ha sido la oportunidad de correr los productos con mis hijos, Iván y Camila, y participar de las actividades de la crianza con ellos, con mi esposa, Ximena López, y mi nieta Martina Rodríguez. La crianza para nosotros se ha vuelto una pasión que realizamos en familia", concluye.