La potente experiencia de Ignacio Hermosilla junto a Jean Francois Pignon

Ignacio Hermosilla Varas fue uno de los jinetes participantes en la soberbia actuación de la Escuadra Ecuestre Palmas de Peñaflor en Inglaterra y España. Precisamente en el Windsor se contactó con el destacado adiestrador francés a Jean Francois Pignon y logro tener una pasantía junto a su grupo de trabajo en Alemania.

Una experiencia potente y de gran aprendizaje que el joven jinete del Criadero Las Peñas contó a CaballoyRodeo.cl desde Europa.

- ¿Cómo se concretó esta permanencia con Pignon?

"Todo comenzó en Windsor en las pesebreras donde teníamos los caballos. Al lado de estas había un lugar donde jugamos una pichanguita con todo el equipo de Palmas, cuando la pelota se nos fue a las pesebreras del otro lado. Ahí vimos unos caballos tordillos muy peculiares. Seguidamente llegó el equipo de dichos caballos… Eran los caballos de Jean Francois Pignon, domador francés de caballos. Yo conocía su trabajo desde Chile y hacia tiempo veía sus videos. Luego de presentarnos ambos equipos, nos fuimos. Pero yo me devolví queriendo conocerlo más. Y así se fue dando, después de cada ensayo me devolvía a las pesebreras para hablar con ellos hasta que le pregunté a su ayudante Stephane sobre la posibilidad de aprender de ellos. Me dijo que no debería haber problema, pero que lógicamente debía hablarlo con Jean Francois. Así que le expuse mis intenciones. Su respuesta: Un no rotundo. No me conocía y además no tenía intención de tener a alguien más en su equipo, sobre todo perdiendo tiempo en enseñar. No obstante, me dijo que podía hacer una clínica para Palmas de Peñaflor con unos de nuestros caballos. Así fue como nos hizo una breve explicación de la esencia de su trabajo con la yegua colorada, fue un momento emocionante para todos".

"Terminada la clínica, le pedí a Jean Francois que se quedara un minuto. Era el último cartucho que me quedaba y le dije que no me importaba dormir en las pesebreras o donde sea, sólo que quería conocer más su trabajo. Se rió, pensó un poco y me dijo que está bien, que lo acompañara por una gira que haría en el sur de Alemania. Y así se dio, después que el resto del equipo volvió a Chile yo me quede viajando por Europa, hasta que un mes después de habernos separado nos encontramos en Alemania".

- ¿Qué trabajo hiciste con ellos?

"Prácticamente de todo. En principio habíamos quedado que sería peticero dentro del equipo, así que me tocó limpiar pesebreras, dar comida y limpiar a los 11 caballos de Jean Francois. En el caso de las presentaciones, me tocaba sostener al potro antes de que saliese a escena. Afortunadamente fue bien variado, pero lo más importante fue ver cómo hacia el trabajo diario para enseñar a sus caballos".

¿Qué experiencia se saca de esta “pasantía”?

"Muchísimas y en diferentes aspectos. La más importante por lejos es la forma de trabajar los caballos que tiene Pignon, la cual se basa en el liderazgo que uno debe ejercer respecto del caballo. Lo anterior no es novedad, pero la forma en la que lo realiza es la clave: A través del cariño y de un correcto lenguaje corporal con los caballos. Esto último realmente fue increíble, dado que me abrió los ojos en cuanto a las maneras de transmitir señales a los caballos y cómo estas se deben hacer en el lenguaje de ellos, no en el de las personas, cosa que según sus palabras, es un error que jamás se debe cometer. Toda esta forma de comunicación la aprendió observando el comportamiento de caballos salvajes en sus manadas".

¿Cómo se aplica esto al caballo chileno, al trabajo con nuestros caballos?

"El trabajo que realiza Jean Francois con sus caballos es invitar al caballo que por iniciativa propia ejecute los diferentes ejercicios que el jinete pide que este haga. Es fascinante, dado que el caballo no responde a través del miedo o la timidez, sino que con ganas de querer ser un binomio con su jinete. Por tanto, este tipo de trabajo, en mi opinión, serviría muchísimo al momento de la doma del caballo chileno y para los primeros trabajos, dado que el caballo actúa con una mayor disposición y esto bajo mi punto de vista es importantísimo para iniciar un correcto trabajo para todo deporte en el que el caballo chileno es protagonista, ya sea Rodeo, Enganche o Rienda".

¿Dónde estuviste con él, en qué evento?

"Estuvimos en el sur de Alemania. Primero partimos en Kircherhenbach, específicamente en un centro ecuestre llamado Reithof Gebhrad, lugar donde realizó clínicas durante un par de días. Luego fuimos a Heroldsberg a una competencia de adiestramiento internacional, llamada "Dressurgala", en donde realizó diferentes presentaciones. Recorrimos todo esto en el camión de sus caballos, que además era el remolque donde dormíamos".

- Esta experiencia tuvo su génesis en la gira de Palmas de Peñalfor, ya con el tiempo, ¿cómo analizas esa aventura de la Escuadra?

"Fue un orgullo y honor haber formado parte de este hito junto a la Escuadra Ecuestre del Criadero Palmas de Penaflor y una experiencia inolvidable haber sido parte de este tremendo equipo, el cual esta formado por grandes jinetes y verdaderos monstruos de nuestro deporte. ¡Para que decir la calidad humana del grupo!"

"Tanto en la celebración del cumpleaños de la Reina como en las Caballerizas Reales de Córdoba, era increíble estar paseando y que la gente dijera: 'Mira, él es un huaso chileno, ¿podemos sacarnos una foto contigo?' Los mismos jinetes de otros países o escuadras, mostraban un gran respeto por la destreza de nuestro caballo y el desempeño de los jinetes. Incluso al mismo Jean Francois le produjo demasiada curiosidad nuestro caballo, razón por la cual mostró un gran interés en la posibilidad de venir a Chile a realizar espectáculos y clínicas. Solo tengo palabras de agradecimiento por haber tenido esta posibilidad junto al criadero Palmas de Peñaflor".