Museo de la Chilenidad debutó con gran éxito de público en Día Nacional del Patrimonio Cultural

Una gran cantidad de personas, aprovechando la celebración del Día Nacional del Patrimonio Cultural, llegó el domingo 25 de mayo al Museo de la Chilenidad, ubicado en Avenida Padre Hurtado Sur 1195, para admirar todas las piezas expuestas en el recinto, conocer algo más de la historia de nuestro país y de la Casona Santa Rosa de Apoquindo, que también alberga a la Casa Museo, en un programa preparado por la Corporación Cultural de la Municipalidad de Las Condes y la Federación de Criadores de Caballos Chilenos..

Asimismo, los visitantes también tuvieron ocasión de observar los paneles dispuestos en el frontis del Museo de la Chilenidad, que forman parte de la muestra Caballo Chileno, Patrimonio Vivo.

Al respecto, Caballoyrodeo.cl conversó con María Esperanza Rosales Solís de Ovando, investigadora histórica y gestora cultural, que junto a Carolina Palma Dacaret son autoras del libro Caballo Chileno, Patrimonio Vivo, acerca de la importancia de haberse integrado a este circuito cultural.

"Para nosotras como gestoras culturales es muy importante estar presentes en el Día del Patrimonio Cultural. Es la primera vez que representamos al Caballo Chileno en este evento y estamos difundiendo la historia del Caballo Chileno a través de visitas guiadas en la exposición. Y también difundiendo el libro que escribimos", señaló.

Respecto a la afluencia de público, indicó: "Se ve bastante interés, sobre todo del adulto mayor y gente que está vinculada a la Municipalidad de Las Condes principalmente".

Esta gran cantidad de público que concurrió el domingo al recinto también fue corroborada tanto por el encargado del Museo, quien hacía también las visitas guiadas por sus salas, como por la encargada de la Casa Museo.

Asimismo, los visitantes tuvieron la posibilidad de disfrutar con la actuación de los grupos  Conjunto Folclórico Padre Hurtado y Conjunto Danzas de Mi Tierra, así como con la presentación de chinchineros y organilleros. Además, había a su disposición un carrito con dulces típicos, para adquirir las apreciadas cabritas y otras delicias; una cafetería de época, con sandwiches, sopaipillas, café, chocolate y otras exquisiteces para gozar de la tarde y los jardines del parque para estar en contacto con la naturaleza.