La mágica aventura corralera que protagonizó Guillermo Ruiz-Tagle Zambrano

Nunca es tarde para vivir la hermosa pasión del rodeo chileno, para experimentar la adrenalina de correr en vaca y gozar los aplausos del público al realizar una linda atajada de cuatro buenos. Esa fue la aventura que vivió Guillermo Ruiz-Tagle Zambrano, quien a sus 63 años tuvo su debut y también despedida de las quinchas corriendo con su hijo Guillermo Ruiz-Tagle Nikiltschek, con quien obtuvo el tercer lugar del Provincial de Un Día del Club Fresia de la Asociación Lago Llanquihue y, además, su potro Gran Aventura Esperado, se apropió del Sello de Raza. Un sueño hecho realidad.
Ruiz-Tagle Zambrano comentó esa linda odisea en diálogo con Caballoyrodeo.cl recordando: "Fue algo extraordinario, muy bonito en realidad. Todo empezó como una humorada. Yo siempre acompaño a mi hijo a todos los rodeos y siempre nos echábamos la talla de que algún día íbamos a correr, y de repente llegó ese día. Era el último rodeo de la temporada y me dijo es ahora o nunca, tienes que cumplir tu palabra. Así que obviamente no le podía fallar a mi hijo y me atreví. Hicimos algo extraordinario, correr con mi hijo no tiene precio y nos salió todo muy bonito".
"Justo coincidió que una de mis hijas que vive en Santiago estaba acá con mi nieto. Estaba toda la familia en la tribuna. Empezó como una humorada, pero terminamos al final corriendo 10 toros en total. En la primera serie libre empatamos el último lugar y lo perdimos con los Rehbein, que son extraordinarios. Corrimos la segunda serie, que yo no la quería correr, pero los amigos echándome barra me convencieron y participamos. Volvimos a empatar el último lugar, pero ahora ganamos y premiamos para el champion. Ahí ganamos el Sello de Raza, porque el potro es hermoso y es mi regalón, fue el que llevó a mi hijo a Rancagua en 2016. Se llama Esperado, hijo del Esperando", agregó.
Ruiz-Tagle destacó muy alegre: "Hasta hice una atajadita de cuatro en el último toro y con eso sacamos el tercer lugar, así que se dieron todas las cosas. Fue extraordinario, algo que ni en los sueños aparecía. Yo tengo 63 años, pero en ese minuto tenía 62. Yo siempre voy a las pesebreras a andar a caballo, de repente un galopito, pero nada más que eso. He sido de campo toda mi vida, pero nunca había participado en un rodeo".
Sobre su compromiso por el deporte nacional, sostuvo: "Siempre estoy en todos los rodeos apoyando a mi hijo, soy el hincha número uno. El corre de los nueve años y siempre con la familia vamos a todos lados. Se dio esta oportunidad y fue extraordinaria, algo soñado".
"Con mayor razón voy a seguir apoyándolo y esto quedó en la historia, es algo que todo el mundo busca, todos se suben a ganar. Haber participado en una oportunidad y lograr eso, quedará en la historia no más. Fue mi debut y despedida", añadió.
Por último, el ya retirado corredor contó que apoyará al rodeo "en todo lo que pueda. Son nuestras raíces y hay que seguir aportando y defendiendo nuestras tradiciones. Este es un deporte de caballeros, que reúne a las familias y en donde todos los fines de semana nos juntamos a disfrutar. Ojalá se mantenga por siempre".
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