Pedro Juan Espinoza instaló su segunda collera en la final del Champion de Chile

Con una campaña sólida y en su estilo, Pedro Juan Espinoza confirmó este sábado estar en un gran momento durante el 76° Campeonato Nacional de Rodeo. Si el día anterior ya había asegurado un cupo para la final junto al patrón, Arturo Ríos, ahora repitió la hazaña, pero esta vez de la mano de Raúl Silva, montando a Alliyay Allá Voy y Carimallín Alcahuete, con los que alcanzó el segundo lugar en la Primera Serie Libre A con 35 puntos que se disputó esta mañana en Rancagua.

“Más que feliz, emocionado, porque esto cuesta tanto… hay tantos jinetes buenos, y que se nos dé a nosotros, feliz”, comentó Espinoza tras la serie y en su tono amable de costumbre.

“Tratamos de hacer las cosas lo mejor posible, como he dicho siempre, y agradecer, agradecer a don Arturo por la confianza que le da a uno, a mi familia, a mi señora, a mi hijo, a mi mamá y papá, que están siempre ahí, y a la señora de don Arturo, que siempre nos apoya”, dijo el “pequeño” Pedro Juan.

Con esta segunda collera, Espinoza ya sueña con una jornada inolvidable el domingo. “Ojalá Dios quiera, sería un sueño premiar las tres colleras”, djio en alusión a la collera que aún le resta premiar junto a don Arturo.

“Y el domingo, lo que Dios quiera. Ojalá nos toque algún día bailar una cuequita… por empeño no nos vamos a quedar. Vamos a seguir haciendo las cosas bien”, confesó.

Silva, agradecido

Raúl Silva, por su parte, no ocultó su alegría tras sellar su clasificación por tercer año consecutivo a la final nacional. “Estoy muy feliz, muy contento. Imagínate estar clasificado por segundo año con Pedrito para la final en este potro —Alcahuete— que a mí me encanta, lo encuentro un crack”, expresó.

Silva también destacó la intensidad de la serie: “todas las series han estado súper apretadas. Los viejos están muy atajadores y te exigen hacer todas las carreras grandes, mínimo dos atajadas. Esta serie fue la misma tónica: había que atajar, atajar y no parar de atajar”, dijo.

Agradeciendo a todo el equipo de Carimallín, Silva reconoció que este logro es doblemente especial: “Yo me subo a correr no más, ellos me hicieron esta invitación a correr. Así que estoy muy contento. Un privilegio estar arreándole a Pedro, que confió en mí. También gracias a don Arturo, que me presta al Alcahuete, el regalón del criadero, y yo lo estoy disfrutando”.

Con la clasificación sellada y el ánimo por las nubes, Pedro Juan Espinoza, don Arturo y Raúl Silva ya piensan en lo que será una final de alto vuelo en la Monumental de Rancagua. El domingo, buscarán coronar con una actuación que podría quedar para la historia.