Mauricio Mann celebró el paso de su hijo a Rancagua en caballos criados en Paillihue Sur

La emoción desbordaba a Mauricio Mann en el Clasificatorio de Los Angeles. Es que su hijo, Carlos Mann -campeón de rodeo escolar del 2023-, junto a Sergio Mena, logró el anhelado cupo para Rancagua en la Serie Mixta montando a Don Choche y Roto Gallo, ejemplares nacidos y criados en el Criadero Paillihue Sur.

"Imagínate, han sido más de 20 años en esto, y lo más lindo es que son caballos criados por nosotros, que yo mismo amansé y que hemos trabajado en la casa", comentó Mauricio, quien destacó que la collera fue completada en familia. "Yo le hice el requisito, ellos avanzaron y hoy se dio gracias a Dios. Feliz, feliz", agregó, quien había corrido la Serie Criaderos la tarde de este jueves junto a su hijo.

Sin embargo, la suerte estuvo para Carlos y Sergio que lograron el ansiado pase al Chileno, pero lo que no fue impedimento para que transmitiera sus emociones.

Satisfacción de criador

El camino no ha sido fácil. Mauricio partió con una sola yegua, regalo de matrimonio de un amigo, y con paciencia y dedicación ha construido un criadero que hoy le da estas alegrías.

"Partí con  una yegua en realidad, que fue un regalo de matrimonio que me hizo un amigo. Era una yegua hija de la Coquetona en Domingo, de la línea del Colibrí, en la Codicia que era una yegua que venía de la Borra de don José Manuel Pozo. Con esa yegua partí mi criadero. Tuvimos dos crías, un caballo que hasta ahora todavía está vivo, que fue en el que aprendió a correr mi hijo, el Castizo. Ese fue el primer producto de nuestro criadero, que gracias a Dios nos salió bueno al tiro. Después de eso adquirí dos yeguas, y de esas yeguas son estos caballos que estamos corriendo. El potro que corre mi hijo, es un hijo del Ronaldo", relata este criador.

Con lágrimas en los ojos recordó también a Pedro Gajardo, un amigo que, nos cuenta, falleció hace un par de años. "Trabajó conmigo, él los crio a estos caballos junto con Carlitos, 20 años trabajando con nosotros y nos trabajó los caballos al principio, todos estos caballos que estamos corriendo nosotros, él trabajaba conmigo en el campo y me hacía los caballos, corrimos juntos muchos años con él", dice. 

El sueño de Rancagua se vive con tranquilidad, sabiendo que los caballos están a la altura. "Criando bien y siguiendo las buenas líneas hay resultados", afirmó, destacando el legado que ha transmitido a su hijo.

Ahora, con la clasificación en mano, solo queda disfrutar y seguir avanzando en la gran cita del rodeo chileno.

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