Club Llanquihue mantuvo su tradición y llevó el Caballo Chileno a escolares
El Club de Rodeo Llanquihue (Asociación Llanquihue) mantuvo su tradición y realizó nuevamente dos importantes jornadas de vinculación, acercando al Caballo Chileno a los escolares del Colegio Patagonia y del Colegio Puerto Varas de la Región de Los Lagos.
"La actividad en el Colegio Patagonia Puerto Varas es el cuarto año que la estamos llevando a cabo, es una actividad para acercar el caballo a la comunidad. Vamos con los caballos, los niños se pueden acercar, les hacen cariño. Muchos nunca han visto uno, preguntan qué comen, cómo se llaman las herraduras y quedan felices, muy felices", relató a CaballoyRodeo Claudio Escanella, socio de la agrupación sureña y uno de los protagonistas de las jornadas.
"Este año se sumó mi hija que tiene 12 años, Josefina; todos los años va mi hijo Jorge con diferentes compañeros, y esta vez se sumó Josefina", valoró el también jinete.
Detalló que en los colegios, "van pasando por cursos y los niños acarician los caballos, quedan felices y los mismos profesores se dan cuenta del cuidado, los encuentran preciosos. En ambos colegios se hace lo mismo, donde los niños interactúan con ellos".
"Hay más corraleros en los colegios, en el caso del Patagonia es apoderado el jurado Andrés Amor y se suma a las actividades, también está Héctor Carrillo, de acá de la zona, así que todo sale muy bonito, nos agradecen mucho en la parte directiva, porque los niños quedan felices y con la interacción con los caballos. Muchos nunca se han acercado a un caballo, lo han visto en la tele y nada más", señaló.
Escanella aportó que "llevamos cuatro años y siempre tratamos de hacer algo nuevo, este año tuvimos que cambiar de día en el Colegio Patagonia porque lo teníamos programado para el lunes, llovió dos días y lo dejamos para el miércoles. Ahí hacemos cosas para que los niños interactúen con los caballos".
"Me tocó el caso de un niño del Colegio Patagonia que se enamoró de los caballos, era chiquitito, de Playgroup, y su papá le compró un pony, después se compró un caballo corralero, de hecho estuvo en mi casa, me contaba la historia que de ahí partió el gusto por los caballos", subrayó.
Finalmente, expuso que "la idea es que esto se repita y se multiplique, la gente se convence que nosotros los huasos queremos a los caballos, que brillan, son regalones, se acercan y les hacen cariño, porque están acostumbrados al cariño que les damos nosotros. Esto nos apasiona".