Duelo en Cauquenes por la partida de Mario Pacheco Muñoz
Por Marcela Medina para la Asociación de Rodeo Cauquenes
Ha partido arreglador de toda una vida
Se apartó de este mundo terrenal quien lo dio todo por el caballo chileno, amigo muy querido por toda la afición corralera de Cauquenes, Mario Enrique Pacheco Muñoz (QEPD), padre de tres hijos.
Nació el 6 de septiembre de 1963, hijo de Carlos Humberto Pacheco Leal y Donatila del Carmen Muñoz Valladares, siendo el sexto de ocho hermanos. Su historia se entrelaza con la tierra de Tregualemu, donde creció y construyó su vida. Más tarde, se casó con Norma Rosa Bart Coloma, con quien tuvo tres hijos: Viki, Mariela y Mario.
Comenzó a forjar su camino a la edad de 14 años, llegó a trabajar en el Fundo Tregualemu, donde se adentra en el mundo del arreglo del caballo chileno, de la mano de don Osvaldo Vega. Fue Ernesto Ramírez quien lo introdujo a esta hermosa labor, junto a maestros como Servando Benavente y Leandro Cortés.
En el ámbito deportivo, Mario destacó en la preparación de caballos en el Criadero Hualve, logrando triunfos y Champions junto a Fernando Vidal. Además, trabajó incansablemente con Pedro Urrutia para alcanzar sus metas en el mundo del rodeo. Su pasión por los caballos y el campo siempre estará presente en los recuerdos de quienes conformamos la gran familia corralera.
Mario era un hombre de múltiples talentos que dejó una marca imborrable. Su habilidad en la cocina era legendaria, y nunca olvidaremos sus ajiacos mañaneros, sazonados como solo él sabía hacerlo. Siempre tenía una sonrisa en el rostro y un plato caliente para compartir con todos los que se acercaban.
Palabras de despedida del presidente de la Asociación de Rodeo Cauquenes, Sebastián Badilla: “Un hombre muy amigo de sus amigos, un típico viejo de campo, pero de los buenos .Bueno para la talla, cariñoso, bueno para la cocina, con cada visita que llegaba a verlo habría una bolsa de harina tostada y servía un espumoso y rico harinado”.