Adán Urbano, un humilde maestro del arreglo, la rienda y las corridas
El pasado jueves 15 de diciembre partió a la medialuna celestial el destacado jinete Adán Urbano, quien fue homenajeado como Arreglador Maestro de la Escuela Huasa en el último Campeonato Nacional de Rodeo por la Comisión Patrimonio y Cultura de la Federación Deportiva Nacional del Rodeo Chileno y escribió innumerables historias en las distintas quinchas de nuestro país.
Urbano, quien también sobresalió como amansador y moviendo la Rienda, se hizo famoso corriendo a la Piropera, yegua que fue tercera en el Ranking en 1985 y 1986, por sus buenas presentaciones en el Champion de Chile. En esas campañas fue acompañado por Carlos Salamé y César Núñez. "Don Adán" también recibió un merecido premio por esas buenas participaciones, siendo décimo en el Ranking Nacional en 1985 y séptimo en 1986.
Mientras que fue vicecampeón de Chile en el Movimiento a la Rienda en la yegua Embrujada en 1987. Ese mismo año llegó con cuatro colleras a Rancagua corriendo por el Criadero El Trapiche.
En 1994, en el Clasificatorio de San Fernando, Urbano se lució en el Escabullido corriendo junto a Salamé en la Campera, en donde se titularon campeones con un total de 38 puntos buenos, siendo récord de puntaje por esos años. Esta misma collera también se clasificó para El Chileno al año siguiente, llegando a la Final y ahí alcanzando el cuarto animal, en donde sumaron 26 de los grandes. El Escabullido logró el séptimo puesto en el Ranking de Potros.
En 1996 volvieron a clasificar por tercer año consecutivo para Rancagua en el selectivo de San Fernando. En el Campeonato Nacional, Urbano y Salamé ganaron la Segunda Libre A con 34 puntos buenos.
Carlos Salamé, su eterno compañero, recordó aquellas hazañas y también su amistad: "Como jinete y arreglador era una excelente combinación. Tuvimos muy buenas campañas. Para mí, los triunfos van y vienen en la vida, por lo menos desde mi punto de vista en el rodeo los triunfos son parte del sistema y también las derrotas. En mi caso no busco eso, pero si se dan bienvenidos y se toman muy bien. Pero lo que más que rescato de la etapa en que corrí con Adán, que fue harto tiempo, fueron más de 12 años, fue la cantidad de amigos que hice en esa etapa de mi vida. Grandes amigos. Conocí a la familia de él, su señora, sus hijas y grandes amigos. Eso es lo que yo rescato de esa etapa en que nos tocó correr juntos con Adán".
"Tuvimos dos cuartos toros juntos, uno con la Embrujada y la Piropera, y otro con la Campera y el Escabullido, además del Clasificatorio que ganamos. Es parte del rodeo y qué bueno que hayamos compartido esas alegrías", agregó.
Salamé rememoró a su collera, señalando: "El era un buen arreglador, un buen jinete, con muy buenas condiciones y los resultados están ahí. El era quien hacía los caballos y los trabajaba en las semanas, yo solamente los llegaba a correr el sábado y domingo, no practiqué nunca los días de semana. Así que hay harto mérito de él en estos triunfos".
Por su parte, el destacado periodista y escritor Vicente Pérez también recordó a Adán Urbano: "Tuve el gusto de escribir la historia de Adán Urbano hace muchos años atrás, desde que él se viene a Santiago y llega a la plaza de Almagro, ahí estaba el terminal de buses que iban al sur, en la calle San Diego con Almagro. Adán llega a trabajar caballos siendo un tipo bastante rústico, pero tenía ese rol que se fue incrementando en el tiempo. Empezó a trabajar, yo no recuerdo sus orígenes en el caballo, pero sé que era un hombre tremendamente sencillo y muy acogedor".
"Los caballos le funcionaban a él, en la Rienda funcionó bastante y en el rodeo también. ¿Cómo no recordar cuando se ganaron el Clasificatorio de San Fernando? Se lo ganaron al Río Negro, que lo corría 'Cacaro' (Ricardo de la Fuente) y ganaron ellos con Carlos Salamé. Fue un hombre que tuvo una muy buena pasada en Huelequén y en todos los criaderos que estuvo. Tengo los mejores recuerdos de él, porque fue un tipo simple y sencillo, que trabajó por las de él en Maipú, en los potreros de la antigua Rinconada de Maipú", agregó.
El también fotógrafo ahondó en la personalidad de Urbano: "Fue un gallo que le ganó a la vida, que nunca se quejó si le iba bien o mal, él trabajaba no más. Y los resultados están ahí, él fue uno de los antiguos hombres de la Rienda y del arreglo, y si no tuvo la suerte de ser campeón de Chile en la rienda ni el rodeo, eso no opaca en nada su gran trayectoria. Yo lo recordaré siempre como un gallo sencillo, tremendamente humilde, que nunca renegó de sus orígenes, que sufrió la vida y la pobreza en sus inicios, pero que puso el curo duro y salió adelante en los caballos. Don Adán Urbano tiene todo mi respeto y recuerdos, porque en él conocí a un tipo que nunca se vanaglorió de nada, fue tremendamente sencillo. Un hombre pobre, pero tremendamente rico de alma".
Por su parte, César Núñez, quien tuvo la oportunidad de correr en el Campeonato Nacional junto a Adán Urbano, rememoró aquella actuación: "Fue algo muy especial. Los dueños de las yeguas las vendían completas, a través de la empresa Contratos Criollos, de 'Makiko' Correa y las ofrecieron públicamente a todo el país. Don Gonzalo Vial Vial se interesó en comprar estas yeguas, para que las corriera el 'Chalo' con Samuel Parot, fuimos a Victoria con don Gonzalo, Samuel Parot y 'Makiko', yo en mi calidad de veterinario. Las probó Samuel Parot muy superficialmente y decidieron no comprarlas. En ese tiempo se podían vender y comprar caballos completos por otros jinetes, lo importante era que los caballos tuviesen el puntaje, que era de 22 puntos, porque no había Rodeos Clasificatorios. Cuando desistieron de la compra, después de unos días, con mi ímpetu de llegar al Campeonato Nacional, compré solo la yegua la Embrujada a don Seferino Temer, con el compromiso que la yegua Piropera, de Paul Levy, la correría Adán".
"Para mí era una gran posibilidad de correr con una persona de ese nivel y montando una yegua extraordinaria como la Piropera, solo monté un día antes la yegua Embrujada, al día siguiente corrimos la Serie Yeguas y clasificamos en el tercer lugar, en la Serie de Campeones llegamos hasta el tercer animal. Lamentablemente los novillos eran muy débiles y no aptos para la yegua Piropera y gracias a la destreza de Adán, que me arreó y apoyó, marqué muchos puntos en la Embrujada", agregó.
Prosiguió diciendo: "Adán salió en el ranking de los Mejores Jinetes de esa temporada y también la yegua Piropera. Me arriesgué en la compra, pero fue una decisión extraordinariamente exitosa, ya que tuve la oportunidad de correr con él, cuatro toros en la Serie Yeguas y tres en el Champion, siete toros en total y fue un momento inolvidable, con un resultado inesperado para mí, gracias a la tranquilidad y seguridad que me transmitió Adán. Fue un gran apoyo y además, fue muy certero en las atajadas con la Piropera, a pesar de que los novillos eran muy débiles y se caían, no aptos para una yegua de tanta potencia como ella. Fue un Campeonato Nacional con muy bajo puntaje debido a la debilidad de los novillos. Creo que todo ese mérito fue de Adán, porque él trabajaba las dos yeguas y las completó corriendo con Carlos Salamé, que también tiene su mérito".
"Por estas circunstancias tuve la oportunidad de conocerlo como un gran corredor y posteriormente pude apreciar su trabajo como arreglador. Y continuamos en contacto permanente a través del tiempo", finalizó.