Ricardo Alvarez: "Uno siempre trabaja para que los caballos se vean bien"
Ricardo Alvarez se encuentra pasando por un excelente momento junto a Diego Pacheco con las mantas del Criadero Taitao II. El jinete de la Asociación Colchagua corrió el cuarto toro del 73° Campeonato Nacional de Rodeo y en Temporada Chica completó junto a su compañero a las yeguas Safira y Estilita. Sobre ese buen presente conversó con Gustavo Vera en CaballoyRodeoenVivo.
Alvarez dijo sobre la Estelita, una yegua nueva que trabajó él y ahora está completa: "La Estilita es una yegua dócil, que tiene a mi gusto una muy buena boca. Es rápida, ligera y a la hora de definir es decidida. Creo que va a andar bien, tiene que ir paso a paso, madurando la yegua, corriendo chico y haciendo la pega. Yo creo que corriéndola bien y manteniéndola sin mucha exigencia, llegará a ser una yegua igual que la Safira, sin duda".
"Después que se completó el fin de semana, estuvo lloviendo, entonces estuvieron en pesebrera descansando. Obviamente se le quita un poco de comida, para que no engorden mucho. Y esta semana se llevan a potrero, mientras dure el tiempo bueno. Si se pone muy malo, se encierran y más adelante se vuelven a soltar. Por lo menos tendrán un mes y medio de descanso, y el 15 de julio, por ahí, habrá que encerrarlas, para volverlas a trabajar y que vayan retomando el físico. Pero de pega nada, hasta al 10 de agosto, nada, solo trajín", añadió.
Sobre el trabajo de los mancos, comentó: "Son todos los caballos distintos, igual que los humanos. Al llegar a un rodeo y atajar, obviamente no todos los caballos llegan con la misma pega. Hay algunos que llegan mejor y otros peor, hay que ir buscando cómo se acomodan más".
Finalmente, respecto a los mejores caballos que corrió, dijo: "Yo partí en Quillaycillo y la primera vez que llegué a Rancagua fue con Mario Díaz. Ahí topié al Remehue II que era muy bueno, extraordinario, lo galopié un par de veces, era muy rico, buena boca, muy bueno. Y así corrí muchos buenos caballos, obviamente todos los que lo llevan a uno a llegar a Rancagua son muy buenos. Tengo recuerdos del Reflejo, del Cafiche, del Pituco, del Timbalero y de todos. Ahora estoy partiendo con otros caballos, en otra etapa, tratando de hacerlo bien y trabajando para que los caballos se vean bien, que es lo que uno hace todos los días como trabajador de caballos y jinetes".