Emiliano Ruiz Lobos es un jinete muy destacado en el ambiente corralero nacional. Su carrera está llena de logros deportivos como ser Campeón de Chile el año 2009 o ganar la Final de Rodeos Para Criadores en 2018 con su Criadero Doña Tuca. Pero lo que vivió el reciente fin de semana del 14 y 15 de agosto en la Medialuna del Parque "Vicente Huidobro" superó todas esas alegrías.

Porque tuvo la dicha de correr por primera vez en un rodeo oficial con su hijo Emiliano Ruiz Montilla, que con sólo 10 años debutó en el Provincial del Club Cordillera de La Florida (Asociación Cordillera) y para mayor felicidad aún, lograron juntos el segundo lugar montando a Santa Isabel Compañía y Doña Tuca Rosario.  

Una hermosa jornada vivida en familia, como siempre lo han hecho en el rodeo los Ruiz-Montilla, pero que tuvo otros detalles inolvidables que el propio Emiliano Ruiz, con una emoción que se notaba en su voz, contó a CaballoyRodeo.cl.  

"Fuimos invitados por el Club Cordillera de La Florida, cuyo presidente es Pablo Calderón, a través de Sebita Varela de La Espuelita, a quienes les agradezco enormemente porque como familia vivimos algo único, que no se va a repetir en la vida. Fue algo muy lindo que nos llenó de felicidad a toda la familia y en la casa de ellos, porque es distinto cuando uno arma la fiesta, tiene un poquito más de cancha para poder hacer lo que uno estime conveniente, pero en casa ajena la satisfacción es más grande, porque estábamos invitados", señaló.

"Poder ir a correr con mi niño, Emiliano, fue maravilloso porque él nunca había corrido un rodeo oficial. Si bien durante la pandemia hemos corrido harto en casa, uno, dos toritos, cada dos semanas, él después de correr se iba a jugar con sus amigos y aquí era distinto, porque tenía que estar todo el día. Y fue muy simpático porque corrimos las dos primeras series libres, no clasificamos en la primera, premiamos en la segunda y después corrió la Serie Menores. Y luego de eso me dijo 'papá estoy muy cansado, mejor no corramos el champion, porque estoy muy agotado'. En situaciones como esa, se ve que mi compañero es un niño de 10 años", continuó.

"Yo sentía que estaba un poquito nervioso, entonces tratamos de hacérselo muy fácil, íbamos a correr nada más. De hecho teníamos planificado hasta donde nos íbamos a sentar en la galería para ver el champion", completó.

Pero el destino le tenía preparado algo más a esta familia tan unida y entusiasta por el deporte corralero. Y así lo narró Ruiz: "En eso se dio que premiamos y ya era un premio mucho más grande aún después que nos invitaran a correr. Y se fue dando la situación deportiva hasta llegar a un segundo lugar que no tengo palabras para explicarlo. Estaba su madre, mi señora Belén; su hermana Sara, faltó su hermana Amanda que no pudo ir, pero también estaba mi abuelo Fabián Lobos; o sea, estaba su bisabuelo en la tribuna”.

"Eso fue muy emocionante, porque cuando pasábamos galopando con el novillo en el apiñadero yo sentía que mi tata le decía a su bisnieto que se apegara, que se pusiera, que me ayudara. Fueron sensaciones muy lindas, algo que jamás se va a repetir. Uno se puede ganar un champion en un rodeo, se puede ganar Rancagua, pero ganar un segundo lugar con tu hijo de 10 años es algo quizás muy prematuro, pero tremendamente emocionante. Mi abuelo tiene 86 años, entonces también que él haya estado presente es una alegría enorme para él", prosiguió.

"Por esa razón lo vivimos a concho, estábamos muy felices y todavía hoy lo estamos disfrutando. Me siguen enviando mensajes por whatsapp, por las redes sociales, lindos mensajes de huasos de todo Chile. Uno de ellos decía 'a todos los que somos papá, nos saltó el corazón porque todos hemos soñado con correr con nuestro hijo chiquitito'. Fue muy lindo, el resultado deportivo pasa a ser algo secundario, pero no menos importante para él y para nosotros también como familia. Claro, después Emiliano terminó de correr, se fue al auto y le pidió el teléfono prestado a la mamá para jugar un videojuego de fútbol, mientras estábamos sacando las monturas. Es un niño y como tal debe tomar esto y nosotros también lo tomaremos de esa manera. Fue una experiencia linda para un niño y para su familia; hay que disfrutarla nada más", agregó.

Guiando a su hijo en la medialuna

Emiliano Ruiz también narró como guió a su hijo durante el rodeo, para darle confianza frente a las naturales inquietudes del pequeño jinete en su estreno.

"Por ejemplo, me decía que le daba un poquito de temor porque había mucha gente en la tribuna y que todos le daban una instrucción. Yo le dije 'hijo, escúchame a mí nada más, no a los demás'; y cuando estábamos a la puerta antes de correr y entrábamos al apiñadero, mientras la collera que salió estaba atajando y haciendo su trabajo afuera, nosotros practicábamos galopando juntos un novillo imaginario cómo íbamos a correr en el apiñadero. Buscábamos la estrategia, marcándole los tiempos, ayudándolo con el arreo y, por supuesto, tomando las medidas para que no se generara un accidente", contó.

"Lo otro que él me preguntaba era qué hacía, si trataba de atajar o no, y le puse un ejemplo muy claro. Él hizo su primera comunión una semana antes del rodeo y tuvo que hacer una lectura en la ceremonia, entonces le dije en el apiñadero: '¿Tú ahora lees muy bien cierto? Sí papá, me dijo, leo bien; pero no siempre leíste bien, te costó aprender a leer y tu profesor siempre te decía que leyeras, aunque te faltaban las comas, los puntos, de repente alguna palabrita entremedio; siempre te dijo que leyeras. Entonces tú trata de marcar puntos, alguna te va a resultar, otra no, pero al final del camino vas a marcar más puntos de los que vas a descontar cuando vayas aprendiendo", continuó.

"Traté de llevar el tema para que lo entendiera un niño de 10 años, él captó perfecto el mensaje y le salió una atajadita, otras fueron piños, otras tapó, trató de arrear lo mejor posible. Fue muy lindo, precioso. Yo le agradezco al rodeo los premios que me ha dado y esto es un regalo enorme que el rodeo me dio", añadió.

Para mayor satisfacción familiar, Emiliano Ruiz Montilla, como lo apuntó su padre, "corrió en una yegua criada de Doña Tuca, una yegua madura, de 14 años, que yo la preparé, la trabajé. Es una nieta del Escándalo en una hija del Heredero, un potro Rotoso, un caballo que yo corrí. Esa yegua la vendí a un amigo, a don Waldo Orellana, a quien le quiero agradecer públicamente por prestármela. Necesitaba un caballo maestro para poder correr con mi hijo en las series criaderos y dentro de mis caballos no tengo ninguno maestro criollo. Fui donde mi amigo, él me prestó inmediatamente su yegua y Emiliano pudo correr un caballo maestro de Doña Tuca. Hay esfuerzos de muchas personas para que esto se lograra".

El gran apoyo de la mamá

Emiliano Ruiz también fue consultado por cómo vivió esa jornada su esposa Belén Montilla.

"Lo vivió muy tranquila, emocionada, disfrutando, sabiendo que Emiliano… no es que estuviera preparado para competir, en absoluto, pero sí para poder disfrutar un rodeo como el niño que es. Hace poquitos años atrás andaba corriendo con un caballo de palo en las galerías y hoy corrió un rodeo y salió segundo. Cuesta darse cuenta que pasan los años, que va pasando la vida y que los niños crecen y hoy estamos frente a una situación que jamás la quisimos buscar, salir segundos en un champion de un rodeo Provincial. Estamos felices, todavía lo estamos viviendo", manifestó.

"Todos los huasos en el rodeo, los demás jinetes que estaban participando, fueron muy cariñosos con él, le daban ánimo, lo apoyaban, siempre con muy buenos deseos. Emiliano lo notó y lo rescató, me dijo en la tarde después del champion: 'Papá tenemos muy buenos amigos en el rodeo'. La Sarita también lo apoyaba, lo abrazaba, le daba ánimo y Belén conteniéndolo, animándolo, que no se pusiera nervioso", agregó.

"Como decía al inicio de la entrevista, fue una experiencia única, que ojalá todos los padres corraleros pudieran vivir, porque es realmente lindo. No digo premiar, no digo ganarse un rodeo, pero sí poder gozar el rodeo con sus hijos, con su familia, poder participar en lo que más nos gusta con los seres que más queremos que son nuestros hijos", enfatizó.

El ex Campeón de Chile destacó también que en la Serie Menores Emiliano "corrió con Tomasito Barros, hijo de Gabriel Barros. Es una gran labor de la Asociación Cordillera hacer series menores, porque en la medialuna había muchos papás y familiares de los niños apoyando. Se crea un ambiente muy sano, de compañerismo, todos los niños adentro se daban la mano, se apoyaban, aplaudían la atajada del otro, se genera un rico ambiente familiar".

Sobre si en el futuro volverá a correr otro rodeo con su hijo, Ruiz dijo que "si se puede más adelante, perfecto; pero sin ninguna pretensión. No expondría a mi hijo a una presión en el rodeo jamás. Cuando toque correr de nuevo, genial, y ojalá que lo haga con su tío Fernando, con su padrino Jorge Schenke, con su amigo Ricardo Brancoli, con nuestro grupo de amigos que tenemos en Santiago Oriente, que no siempre sea con el papá”.

"Esto se asocia mucho con lo que estoy haciendo en el Centro del Caballo con la escuela de jinetes, porque tengo muchos niños y estoy tratando de formar jinetes, formar deportistas del rodeo. Todos los amigos de Emiliano que van a la escuela de rodeo a mi casa le escribían mensajes, estaban todos fascinados de que su amigo estaba compitiendo por la tele", dijo con orgullo el también criador y médico veterinario al cierre de la nota.