Anuario de 2007: On Ramo para siempre

En el Anuario de 2007 de la Federación del Rodeo Chileno fue publicada esta nota dedicada al Monumento "La Atajada", realizado en honor de Ramón Cardemil Moraga, siete veces Campeón de Chile.

Revisa la transcripción del artículo:

El Monumento "La Atajada"

On Ramo para siempre

En la Plaza El Rodeo de Curicó, desde el 19 de agosto de 2006, está emplazada una estatua en homenaje a un personaje de leyenda en las medialunas: Ramón Cardemil Moraga, el siete veces campeón de Chile.

Los Cardemil Moraga, aparte de aclanados, son gente de bromas y sarcasmos. Al mayor de los hermanos, Guillermo, le decían el "Libro Grande", porque los aconsejaba a todos sobre cómo correr la vaca. ¿Cómo le dirán ahora a Ramón, que tiene un monumento en su adorado Curicó? ¡El inmortal! Sí, el inmortal. Porque los libros, donde están impresas sus hazañas, puede que se pierdan, se pudran o hasta se quemen… Pero ¿un monumento? No, ése no. Y allí quedará por siempre grabada en la piedra la figura de este campeonísimo.

Pasarán generaciones y siempre habrá alguien que explique quién es el señor de sombrero y chamanto que está atajando un novillo en una gran estatua de roca sanvicentana y de más de cuatro metros de altura. En la Plaza del Rodeo, en avenida Alessandri de Curicó y frente al acceso principal a la medialuna de esta ciudad, está inmortalizada la figura de Ramón Cardemil Moraga en su potro Bellaco.

La figura no es imaginativa. Las autoras Gabriela y Beatriz Albridi trabajaron dos años y medio para esculpir en piedra una fotografía que la noche del 28 de marzo de 1981 tomase José Luis Pinochet en el tercer animal de la serie Potros del Campeonato Nacional de ese año en la antigua medialuna Rancagüina. Hoy, jurado de Raza y experto en amansa racional, José Luis recuerda que "en ese tiempo sólo conocía a don Ramón por sus éxitos; en ese momento no había alguien más tomando fotos en la pista y apreté el obturador…”

Fue un año muy especial y el último gran año para Ramón Cardemil. Junto a Farol Fuentes tuvieron derecho a correr tres colleras –no había Clasificatorios-, pero él se reservó sólo la del Bellaco y Rival. Cuarenta días antes se fracturó un tobillo y sólo se quitó el yeso para correr al potro, "porque es tan bien arreglado que ni necesita puyazos, oiga". Se amarró el zapato al estribo…

La atajada que inmortaliza el monumento se produjo a la mano de atrás. Testigos de aquella vez recuerdan: "El toro se vino con todo, medio encanchado y como una llave… El alazán ni se inmutó. En la atajada le puso un taco, porque así era, y lo paseó por las tablas". Cuatro puntos… y a la inmortalidad gracias a esa foto de José Luis Pinochet.

A raíz del ocaso de este patriarca del rodeo curicano, César Núñez tuvo la idea de inmortalizarlo. Gestiones por aquí y gestiones por allá, y con dineros aportados por muchos colaboradores, dentro de los que se cuenta el CORE de la VII Región, logró que una eventual obra en homenaje y recuerdo de On Ramo se incorporase al Museo Urbano de Curicó. La responsabilidad recayó en la escultora sirio-chilena Gabriela Albridi, quien en su Damasco natal se licenció de Arte en 1986 y plasmó 15 gigantescos monumentos. Tiene otro en Buenos Aires y uno en Talca.