Las bondades del Plebiscito bajo la mirada de José Elías Rishmawi, Diego Pacheco y Luis Huenchul

No hay huaso que no haya escuchado hablar de Buen Principio Plebiscito, pues sin duda es el potro reproductor más reconocido de todos los tiempos del rodeo chileno. Icónico semental del Criadero Claro de Luna, tuvo una campaña destacada, llegando a ser tercer campeón de Chile, mientras que entre sus descendientes se encuentra varios vicecampeones y terceros lugares del Campeonato Nacional de Rodeo.

La historia del Plebiscito fue revivida en el programa "En la pata de los caballos" que conduce Carlos Eugenio Sepúlveda en el la señal digital Claudio Flores Sonido e Imagen, con la presencia del propietario del criadero, José Elías Rishmawi, como también de los jinetes Diego Pacheco y Luis Huenchul, quienes montándolo junto a Orayón obtuvieron el tercer lugar de El Chileno en 2001.

El potro colorado Plebiscito, hijo del Chamanto en la Mensajera, encabezó varias veces el ranking de padres con más hijos compitiendo en Rancagua. Este ejemplar de extraordinarias cualidades morfológicas y deportivas llegó a Claro de Luna luego que Rishmawi se lo compró, tras dos años de insistencia, a don Gabriel Rojas. Tras una anécdota en la cual Rojas se negó a que Plebiscito se reprodujera con la Fina Estampa, primera potranca de Claro de Luna, por tener una línea de sangre similar a la del potro en 1996.

Rishmawi contó cómo llegó el Plebiscito a sus manos: "La verdad es que de caballos no sabía nada y veo este potro colorado y fue un amor a primera vista. No sabía si era bonito, feo, bueno o malo, pero me encantó. Eso fue el año 96 y yo empecé a decirle 'don Gabriel véndame el potro'. Respondió que no y no. Después, pasaron dos años, y escuché que don Gabriel se iba de donde don 'Lucho’ Santander y que necesitaba un vehículo, porque iba a trabajar en otra parte. Yo con unos amigos estaba metido en una compra-venta de autos y le ofrecí un cambalache a don Gabriel por una camioneta Nissan doble cabina roja y unas pocas lucas, y me vendió el potro. Así fue como el potro llegó a mis manos, llegó a los siete años".

"Al potro lo habían corrido los hijos de don Gabriel a los tres o cuatro años, no sé si ganaron un premio en algún rodeo. El potro tenía un pequeño prestigio en Colchagua, pero yo no sabía mucho de rodeo todavía. Fue un amor a primera vista de mi parte hacia el potro, quedé maravillado con el caballo y así fue. De verdad no sabía si había corrido, era bueno o malo, no tenía idea", agregó.

Respecto a los mejores años del potro, Luis Huenchul contó las características del potro: "Yo me encontré con el potro ya lesionado de una rodilla, tenía una lesión que se la estaban cuidando hace muchos años José Elías y Juanito Miranda, y cuando me convidó don José a correr el potro, tenía esa lesión y no tenía compañero, por ahí apareció el Orayón. Pero fue un potro que yo había visto un par de veces y siempre me encantó. Me acuerdo que una vez lo vi en un Clasificatorio de San Carlos y me llamó la atención porque era un potro que te llenaba los ojos, llenaba la medialuna y que Mauricio Villalobos siempre lo tenía bonito"

"Y después cuando fui a Claro de Luna, lo probé. Estaba don César Moraga ahí y me dio un par de tips, me dijo 'a este potro hay que hacerle esto y esto, y se va a ir por un tubo, porque el potro tiene todas las condiciones para llegar allá'. Así que le hice caso a la experiencia, fuimos y nos acomodamos. Como dice don José Elías, también tuve amor a primera vista con él, porque el potro en la parte funcional era tremendo", agregó.

En tanto, Diego Pacheco dijo que "acá los dos méritos son: Primero el de José Elías. Suerte, ojo, llámenlo como quiera, pero lo compró y le achuntó, porque el caballos dio mucho corriendo, dio crías, nietos, fue un acierto gigante. Hay criadores que podemos pasar toda una vida buscando un reproductor y no lo encontramos. José Elías lo encontró y después compró muy buenas yeguas, de muy buena clase y le anduvo muy bien"

"Y la otra pata es de Luis, porque si bien el caballo corría muy bonito, no era tan efectivo hasta que lo agarró él. Lo agarró ese invierno, lo trabajó, lo puso a su horma y el caballo cambió, pasó del cielo a la tierra. El caballo antes hacía la primera atajada y después se pasaba las patas, pero con Luis nunca hizo eso, hacía todas las atajadas. Marcaba seis atajadas por champion, era extraordinario, por la orilla o por el centro. Y corría muy bonito. Luis Huenchul tiene un gran mérito, a pesar que recibió el potro con una lesión no chica en la mano, pudo llegar arriba", añadió.

Manifestando que "y yo le puse el Orayón, que tuvo su segunda temporada con el Plebiscito, y fueron terceros en esa Final. Creo que todos sumamos un granito de arena para que anduviera bien".

Huenchul contó que "lo corrí esa temporada. Después lo fuimos a correr a San Fernando, hizo una atajada para adelante y una para atrás, y salió muy adolorido. Le dije a don José Elías que el potro andaba muy adolorido y que lo dejáramos para las crías porque ya había hecho su pega. Hablé con Juanito, quien habló con don José Elías, y decidieron que el potro no se podía correr más. Así que después empezamos a buscarle compañero al Orayón".

El Plebiscito, gran reproductor

Los números no mienten. El Plebiscito es sin duda uno de los grandes padres de la década. Carpincho, Flagelo, Decreto, Alameda, Bombilla, Caminante, Decano y Despierta son algunos de sus hijos destacados. De sus 201 hijos, más de 45 tienen buena campaña, corriendo por 15 criaderos distintos. Mientras que en los últimos 10 años ha figurado entre los potros con más hijos en la Final de Chile, siendo en cuatro de ellos el líder de ese ranking.

José Elías Rishmawi señaló orgulloso: "Todos los hijos de la Cureña con el Plebiscito han llegado a Rancagua. Tuve la suerte y el honor de regalarle a don Italo Zunino, en el último Champion de Chile que asistió, dos montas del Plebiscito. Desgraciadamente no pudo ver cómo crecieron. Sin embargo, su hijo Italo me contó que  le pusieron Paisano Amigo y que su arreglador le comentó 'no sé enoje  por lo que voy a decir, pero de los caballos que estoy trabajando es por lejos el mejor'".

Mientras que Pacheco añadió: "La estadística dice que ha sido el mejor potro en reproducción, con más hijos en Rancagua. Una vez estaba viendo un rodeo provincial de Santa Cruz y de los 40 potros que estaban corriendo, 15 eran hijos del Plebiscito. Eso pasó en un rodeo chico, antes que tuviera fama de reproductor. Después con los años empezó a verse, porque seguramente esos caballos eran nuevo y fueron madurando. Después de eso, se transformó en el reproductor que es hoy en día. Las estadísticas dicen que ha sido el principal reproductor".

Revise el programa especial aquí: