Secretos del Arreglo, José Pedro Torrealba: "Soy autodidacta, no tuve la suerte de tener un profesor"

José Pedro Torrealba de la Carrera estos años ha tenido sus mejores temporadas de tota una vida dedicada a los caballos. Debutó en Rancagua la campaña anterior corriendo con su hijo y este año fue escogido Mejor Arreglador de la Asociación Curicó. Logros que premian una trayectoria marcada por un aprendizaje autodidacta, en donde su pasión por los mancos se desarrolló gracias al "ensayo y el error" y que tras 40 años está rindiendo frutos enormes. Estos son los "Secretos del Arreglo" que el propietario del Criadero Risco Liso contó a Caballoyrodeo.cl.

- ¿Contento por el premio que le entregan como Mejor Arreglador de una asociación tan competitiva como Curicó?

"Estoy muy contento y creo que no lo merezco, creo que hoy en día hay gente que tiene más méritos que yo en este cuento. Por lo mismo, agradezco a la gente que me dio su apoyo y su voto".

- Es un premio bastante importante y que distingue la excelente temporada que tuvo junto a su hijo…

"Creo que eso se refleja en el premio, tuvimos una buena temporada y la terminamos con este tremendo premio, que fue una sorpresa muy grande para nosotros. Estamos contentos, fue una temporada redonda. Más todavía siendo totalmente amateur. De hecho, en estos momentos estoy en la parcela mía tratando de terminar la pega para poder ir a ensillar caballos pronto".

- ¿Cómo es su trabajo en el día a día en la preparación de los mancos?

"Yo soy un fruticultor chico y no tengo mucho en quién descansar. Entonces me dedico a hacer mis cosas hasta media tarde y en las tardes ensillo cuando quedo desocupado. Entonces no tengo un horario fijo, porque va a depender del trabajo que tengo en el día la hora en que pudo subirme a los caballos. Yo no trabajo mucho, dos o tres caballos diarios, porque el tiempo no me da para más".

- ¿Cómo es su labor en los caballos, los inicia y los trabaja hasta terminarlos?

"Antes los amansaba yo mismo y ahora no me la puedo ya por edad y físico. Entonces ahora los amansa mi hijo y cuando están mansos los tomo yo, desde el principio. Los hago, los corro la primera temporada y después nos repartimos con él para ver qué nos acomoda a cada uno".

-¿Cuál es su secreto para el arreglo? ¿Cómo va comenzando y qué es lo que más le gusta?

"A mí me gusta mucho trabajar caballos. Diría que uno tiene que tener harta paciencia no más y harta guatana. Hay que enseñarle principalmente técnica a los caballos. Creo que los caballos se ponen duros porque no saben hacer bien las cosas. Se chusquean en las patas o les sale difícil una tarea. Si uno les enseña mejor la técnica, como poner bien sus manos y sus patas, son muchos más paradores. No he tenido ahora último, gracias a Dios, problema de caballos duros. Todos blanditos gracias a Dios".

- ¿Cómo le gustan a usted los caballos, qué cualidades deben tener?

"Los caballos me gustan bien suaves de las paletas. Primero que todo, de buena boca. Después suavitos de las paletas, para que queden corredores, y livianitos de atrás, para que en los sacos puedan entrar de frente. Muchos más secretos no tengo, porque yo no soy  un arreglador de mucha experiencia, porque trabajo pocos caballos en el año".

- ¿Cómo aprendió esto, cómo llegó a este lindo oficio del arreglo?

"De pura pobreza. De puro que me gustaban los caballos y que nunca tuve una situación económica para poder mandar a arreglar caballos. Entonces empecé con el tema con prueba y error, y con muchos amigos arregladores que tengo. A todo el mundo le preguntaba y de todas las opiniones sacaba una conclusión propia y eso lo intentaba. Si me resultaba seguía y sino, volvía atrás y seguía preguntando quién me podía dar un dato para hacer bien las cosas. Soy autodidacta porque no tuve la suerte de tener un profesor que me enseñara, aprendí con prueba y error esta cuestión. Ahora, después de 40 años, se están viendo un poquito más arreglados mis caballos. Al principio salía a correr caballos brutitos no más, porque no tenían ningún arreglo y no tenía plata para mandarlos a ningún arreglador".

- Después de una vida dedicada eso, suma estos frutos bastante importantes en competencias grandes…

"Sí, feliz. La temporada pasada tuve la suerte de debutar en Rancagua al cumplir 61 años. No partí de cabro chico en este cuento, me costó mucho llegar arriba. Mucho, mucho".

- ¿Admira a algún arreglador?

"Yo admiro a arregladores. Yo miro mucho. Yo admiro mucho, a quien últimamente no lo he visto, pero para mí gusto era un gran arreglador y jinete, don 'Carcaro' de la Fuente. Hoy día Mario Tamayo me llena el gusto. 'Lalo' Tamayo también. José Manuel Pozo igual. Me gustan los arregladores que son técnicos, no me gustan mucho los caballos que van a la guerra, me gustan los caballos arregladitos.

Por eso me demoro mucho en los caballos. Lo comento como anécdota, pero una vez un amigo me dijo que le gustaría que le trabajara un caballo, pero que me demoraba mucho en sacar uno. Yo de broma le respondí 'pásame el caballo en la mañana y te lo devuelvo en la tarde arreglado'. No se trata de eso, hay que tomarse el tiempo que los caballos necesitan".

- Es importante eso, esperarlos, madurarlos y no reventarlos…

"Claro, todos los caballos tienen sus tiempo. Hay algunos que avanzan rápido. Yo trabajo solamente caballitos míos. Mi criadero tiene una yegua y la reproduzco año por medio, porque no me puedo llenar de caballos. Entonces es prácticamente la misma sangre la que tienen los caballos. Ahora estoy con una generación de caballos que ha costado que maduren y que han madurado tarde, porque no la he podido sacar antes. Antes sacaba los caballos más jóvenes y ahora no salen antes de los seis o siete años, lo que no me importa y me parece bastante bien".

- ¿Al momento de llegar a una competencia grande, les hace algo a los caballos en la preparación?

"La misma preparación de todo el año. Creo que los caballos son lo que son y uno para sacarlos a correr tiene que tenerlos físicamente bien no más. No he sabido yo de que funcione un sistema del día jueves ponerlos a punto. Creo que eso no sucede. Creo que los caballos son lo que son y tienen que estar bien físicamente no más, no se producen milagros dos días antes de los rodeos".

- ¿Cómo ha sido la preparación de los caballos durante la pandemia?

"La verdad es que he disfrutado esta pandemia porque estamos trabajando caballos nuevos y tengo una parejita para sacar. Antes no podía, porque no podía estar trabajando en el campo. Ahora como tengo más tiempo, hemos podido avanzar una parejita de caballos que teníamos y además quedaron avanzaditos otros que se están terminando. Creo que puedo dejar más de una parejita bien encaminada. Ahora si van a salir o no, eso no lo sé. Pero ojalá estén bien preparados y hasta aquí van bien, son de muchas condiciones".