Anuario de 1970: Un gringo de alma huasa
En el Anuario de 1970 de la Asociación de Criadores de Caballares y de la Federación del Rodeo Chileno, fue publicado un artículo dedicado al estadounidense George Pineo, que se enamoró del rodeo durante su estadía en Chile.
Revisa la transcripción de la nota:
COMO GEORGE PINEO NO HAY, ¡ALL RIGHT!
Tres años en Chile y se siente como en su propia patria. Enamorado de todo lo nuestro, el rodeo no le podía ser ajeno. Más aún, se define como un superfanático y espera vehemente el comienzo de la temporada. Por una casualidad tomó la afición. Observando un partido de fútbol, en el Estadio Nacional, un fortuito vecino le habló de un deporte propio de nuestro país. El relato fue tan convincente que hoy es uno de sus exponentes más entusiastas. Su nombre es Jorge Pineo. El único gringo del mundo que corre en vacas.
¡GRITE, COMPADRE!
Su accidental compañero fue Raúl Mosqueira. Más tarde su maestro y adlátere de corridas.
- A las pocas semanas me llevó a un fundo, que administraba su hermano René, en Nancagua. Me vestí de huaso y participé en una pichanga corriendo una yegua negra llamada "Zandunguita". Días después compré la yegua. Aún la tengo. El "bicho" me había picado… y fuerte.
El adiestramiento continuó en el fundo "Haras Los Cóndores", administrado por su amigo Fernando Caro. Después de un período razonable de instrucción, la collera se trasladó a Maipú para participar en el rodeo de La Rinconada.
- En la primera atajada volé de la montura. No sabía gritar. Raúl me lo recordaba constantemente. Sin embargo, procurando decir "toro", me salía "oro". La gente de La Rinconada decía: "Estos gringos hasta para correr en vacas son imperialistas".
Jorge Pineo es un hombre alegre y sencillo. Su apasionamiento por el rodeo se palpa en cada una de sus frases. El hecho de ser un alto ejecutivo de una empresa norteamericana no le impide vivir, intensamente, su inclinación. Las anécdotas se suceden.
- En ese mismo rodeo, Patricio Cerda llegó un poco tarde a las corridas. Le preguntó al capataz en qué collera iban y éste le contestó: "Van cuarenta huasos y un gringo".
Pineo se manifiesta agradecido con el rodeo. Para él es más que un deporte. Señala ser receptor de lo más auténtico de Chile. En un ambiente de campo, de todos los sectores socioeconómicos, declara haber recibido un afecto que le ha hecho la estadía en Chile como si estuviera en su propia patria.
"DON CHANCA", EL MEJOR
Dos años tuvo como compañero de corridas a Raúl Mosqueira. Al término de la última temporada su antiguo maestro recibió una invitación de Juan Easton y se trasladó a Rancagua. Patricio Reyes, director del Gil Letelier, pasó a ser su acompañante.
Su gran orgullo es el Primer Premio obtenido en Victoria, en la serie potros.
- Conduciendo a "Arisco" y Tito Wiedemer a "Anónimo", dimos un golpe a la cátedra al vencer a grandes colleras de la zona sur como Avelino Mora y Tito Santos. Es una de las más grandes satisfacciones de mi vida. Debo declarar, sin embargo, que todos los puntos los obtuvo mi acompañante. Yo no saqué ninguno.
Admirador incondicional de "Don Chanca" Urrutia, lo señala como el más grande de los jinetes del país. Ha presenciado los últimos tres Campeonatos Nacionales y considera su apreciación bastante objetiva.
De sus caballos habla con orgullo. Posee tres: "Ingrato", "Zandunguita" y "Curagüilla". Esta última, nacida en la medialuna de San Fernando y comprada en la FISA a Ramón Cardemil. Hija de "Pistilo" y "Venganza".
Respecto a su club, el Gil Letelier, sostiene:
- Nuestro presidente, Raúl Alarcón, en breve tiempo ha dado a la institución un camino muy atinado. El club traza planes importantes para el futuro del rodeo., además de cumplir con la exigencia que lo justifica, es decir, el aspecto deportivo, podría contribuir al turismo en gran medida.
Casado y con cuatro hijos, nacidos en diferentes países, tiene caballos chilenos hasta en su propia casa, en Las Condes. Los dos hijos mayores ha heredado la afición del padre y ya hicieron sus primeras corridas marcando, cada uno de ellos, cuatro puntos buenos.
Espera ansioso el comienzo de la temporada. Su entusiasmo contagia y estimula nuestro deporte. Al despedirse expresa una felicitación por la uniformidad del rodeo y nos pide que no dejemos de mencionar a cuatro personas que en forma directa o mediata lo hicieron un corralero: Fernando Caro, Reinaldo Wiedmer, Raúl Mosqueira y Patricio Reyes.
GEORGE PINEO Y SU PRIMER MAESTRO
A Raúl Mosqueira, Oficial retirado del Ejército, deportista múltiple, le correspondió la satisfacción de hacer efectiva la afición de su amigo gringo.
Mosqueira, tiene una extraordinaria trayectoria deportiva, muchas veces jugador internacional en básquetbol. Gran equitador. Uno de los organizadores del Mundial de Fútbol. Corralero por herencia recibida de ese gran cultor que fue su padre, don Manuel.
En 1969, cumplió una hazaña digna de destacar. Carrera corrida… 11 puntos buenos. ¡Récord de la temporada en Rodeo de Yerbas Buenas!