Criadero Don Talí, crianza y rodeo como un sistema de vida familiar
Por Julio Fernández Concha
Criar caballos chilenos y participar en el rodeo, es un gran esfuerzo y sacrificio que requiere de paciencia, constancia y responsabilidad para ver los resultados de la crianza disfrutando el deporte en familia.
En el sector de Quilmolemo, a 5 kilómetros al norte de San Carlos, Región de Ñuble, se encuentra el Criadero Don Talí, de propiedad de Neftalí San Martín Bustos, hombre muy amante de su criadero y del caballo chileno, actividades que las desarrolla junto a sus hijos y familia.
Con más de dos décadas de existencia, narró los inicios de su criadero: "Nosotros comenzamos con reproductores línea del Rotoso, y dos yeguas. Actualmente también reproducimos sangre del Cadejo, actualmente tenemos 35 ejemplares, entre dos reproductores, seis yeguas de crías, potrillos y potrancas".
Respecto a los reproductores, acotó: "Tenemos línea del Estallero, de la familia Burgos, hemos castrado varios machos porque son muy temperamentales y difíciles para trabajar".
A nivel regional han tenido buenas participaciones en los rodeos: "Así es, pero nos ha faltado un poquito más de tiempo y dedicación en el trabajo. Esto se debe a que mis hijos todos tienen su profesión y trabajan, por lo tanto no pueden dedicarse cien por ciento que sería lo ideal, pero igual disfrutamos el rodeo".
Es un criadero familiar, pero que por lo anterior no pueden aspirar a mayores logros, así lo ratificó:
"Correcto, así es la cosa, todo es algo familiar, tenemos buenas instalaciones, tenemos una buena medialuna, los animales para practicar, nos reunimos en familia, a veces con algún amigo, pero normalmente nos juntamos en familia el día domingo. Para nosotros es un sistema de vida maravilloso, lo llevo desde niño y lo he prolongado en mis hijos, contando con el apoyo de mi esposa, la que también participa en nuestras conversaciones".
Sobre el significado de la crianza para él, dijo: "Es algo muy lindo, me ha gustado toda la vida, es como una enfermedad contagiosa, es una linda unión entre caballos y familia, pero sacrificado. Para tener buenos caballos hay que tener buena sangre, conocer sus características. La sangre del Cadejo y Rotoso, la conocemos muy bien, son fáciles de trabajar, también tenemos una yegua que es hija del Embustero (Escorpión y Ricachona) y la Rota Infiel, que hace algunos años fue la Mejor Yegua de la Asociación Ñuble".
También se refirió a la situación de pandemia que se vive: "Nosotros hemos tratado de cuidarnos al máximo, no se puede salir, hay muchas limitaciones, tenemos mucho cuidado al respecto, la situación es delicada".
Volviendo al tema del trabajo de los caballos, expresó: "Lo realizamos con mis hijos y la persona que los galopa. Está constantemente funcionando, pero, reitero, entre nosotros nada más, y Oscar Viligrón, sobrino de Don Chanca Urrutia, que es el arreglador desde muchos años, hace algunos se había ido, pero volvió, lo conocemos muy bien´´.
Un criador que disfruta plenamente de la crianza y rodeo junto a su esposa y sus tres hijos, Alexis, Erwin y Rodrigo.