Alejandro Huete, un apasionado del Caballo Chileno en el fin del mundo
- Reportaje recopilado de la sección de las Asociaciones del Anuario de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena de 2017.
Amante del caballo chileno desde muy niño, Alejandro Huete es un entusiasta criador y dirigente de la Asociación Ultima Esperanza, y gracias al trabajo que realiza en su pequeño Criadero Montserrat, ha logrado ir mejorando la estampa de las crías que ha tenido.
"Desde muy chico he sido amante de los caballos, y cuando tuve la oportunidad me compré una yegua en Osorno, y ya estando más viejo, empecé a correr en vaca acá en Magallanes. De a poco me fui metiendo en el tema de la crianza y así fue como compré un par de yeguas más, una se llamaba San Juan Amarga, y posteriormente tuve la Joyita, que es hija de la Amarga y criada por mí", cuenta sobre sus inicios Huete.
"Después me traje de San Fernando al Gangocho, un potro que era descendiente de La Invernada El Tutito, y con esos dos caballos he podido tener un mini criadero, con pocos ejemplares, pero siempre con dos yeguas parenderas que me han dado muchas satisfacciones", añade este criador que se las ha ingeniado para salir a exposiciones y también a rodeos.
"Siempre me he quedado con una colle-rita en el campo de Puerto Natales para poder salir a correr con los amigos, pero donde más nos ha ido bien ha sido en las exposiciones, y algunos premios he ganado, así es que eso es un aliciente para seguir luchando por este noble animal. En 2015 mi yegua, la Negra Ingrata, fue campeona en la Expo de Ultima Esperanza, y ese ha sido mi gran logro", dice con orgullo, aunque a sabiendas de las complicaciones que pone la zona.
"Salimos a correr en noviembre y es una o dos exposiciones al año, pero me las he ingenia-do para ser perseverante, y para mantener la tradición de este noble animal acá en Magallanes", añade.
Eso sí, ahora las cosas han mejorado: "Antes era más difícil conseguir sangres buenas o tradicionales. Ahora muchos han traído potros y la Federación también nos ha ayudado con un par de sementales y eso nos ha permitido ir mejorando la raza", explica Huete, quien dice estar orgulloso de lo realizado.
"Es una linda labor, porque hay todo un trabajo en una zona que es complicada. Ojalá se vuelva a repetir la opción de ganar una exposición. Yo siempre me prepa-ro voy con harto sacrificio, pero me gusta porque además estoy en una asociación nueva, donde además soy tesorero, y entre todos tratamos de sacar esto adelante", completa.
Y Huete confía plenamente en su crianza: "Ahora tengo una potranca muy bonita, de muy buena cabeza, de buenos cuartos, de buena contextura y eso hemos ido tratan-do de ir buscando. Caballos con buenos huesos, y por eso estamos contentos. Creo que hemos ido mejorando de a poquito".