Unas sentidas palabras para despedir a Juan Carlos Barros: De criador al amigo
¡De criador al amigo!
Ante la partida tan repentina de Don Juan Carlos Barros, se vienen a la memoria ciertos afectos y descripciones que muchas veces son muy difíciles de expresar, ya que siempre estamos acostumbrados a que después de la batalla siempre honramos a todos los generales, pero quiero y pretendo reflejar una realidad que muchas veces esta ajena a las condiciones de lo que hoy es la vida en nuestro país.
El cariño y amor por los caballos no es solo el gusto por tener y disfrutar. La pasión constituye un don, un estilo de vida, desde la decisión de que potro va para que yegua hasta ver la cría nacida. Los que nos creemos criadores, batallamos en forma constante por lograr ese objetivo y para todos sin excepción soñamos con ser campeones, es muy cierto el dicho ¡Que para padre no hay hijo feo! No es menor decir que Don Juanca era un apasionado por los caballos y en especial por la crianza, como voy a extrañar esas largas conversaciones en donde sacábamos productos extras para correr en vaca, llenos de adornos y sellos, atajando de 4 con la pata bien estirada ¡Cuando muchas veces en mi caso personal no daba ni con la puerta! ¡Oiga cumpa, creo que le estamos poniendo un poco de color al asunto, me decía! Lo que siempre causaba risas y burlas por ambos lados.
En su despedida donde el cariño empapaba el ambiente, la pena y la nostalgia se veía matizada por bromas y anécdotas que a ratos causaban un recuerdo alegre, que no empañaban en nada la ocasión, aunque en muchos momentos también lograban que el nudo en la garganta se apretara hasta dejar caer las lagrimas.
Cómo no recordar al tipo bonachón, alegre, simpático, bueno para la talla, a la persona simple y siempre dispuesto a ayudar sin pedir mucho a cambio, lleno de virtudes y quizás con muy pocos defectos.
Cómo no recordar al corralero de gustos por aperos finos, de espuelas lindas y chamantos elegantes.
Cómo no recordar al criador, al huaso, al caballero, al hombre de palabras fáciles.
¿Cómo no recordar a MI AMIGO? Que aunque no gano la batalla ¡Pa’ mí que llego a ser General !!!
Atentamente
Cristhian Giménez P.