Tenemos derecho a sentirnos un poco Campeones de Chile

Por Antonio Arancio Gálvez, editor general de CaballoyRodeo.cl.

Medio en broma, medio en serio le dije a Alfredo Díaz González que el domingo en la tarde tenía que volver a despedirse a la oficina de Caballoyrodeo con el título de Campeón de Chile.

"Que eres obediente", le lanzó Héctor Parraguirre, periodista y editor de nuestro portal, antes de abrazar y felicitar a Alfredo tras conquistar el 71° Campeonato Nacional de Rodeo con las mantas del Criadero El Peñasco de Santa Sylvia junto al jinetazo Pablo Aninat en la mixta del Peumo Marcado y Doña Inés.    

Debemos confesar -todo el equipo que lidero- que sentimos una alegría tremenda al ver a uno de los nuestros entrar a la historia dorada del Rodeo Chileno, lo festejamos abrazados y con lágrimas en los ojos en esa arena amarilla e inspiradora de la Monumental.

Sí, uno de los nuestros. Porque Alfredo Díaz es colaborador periodístico de CaballoyRodeo desde hace más de cinco años. Yo sabía de su trabajo junto al sempiterno Enrique Gutiérrez, lo recomendó su amigo Alejandro "Happy" Alegría y me convencieron sus ganas de hacer cosas nuevas y sus acabados conocimientos sobre caballos y jinetes. Y se ganó un lugar.

Después supe que Alfredo Díaz desde niño trabajó como portero en las medialunas, las hizo de petisero, fue alumno aventajado de Rufino Hernández, fue fotógrafo y audiovisual, relator de radio y redactor de noticias de Rodeo. Y en el camino también fue creciendo como aguerrido y eficaz jinete. Notable.

Pero no sólo por eso digo que nos sentimos un poco campeones de Chile, sino por lo que la Familia Díaz - González significa. Ellos trasuntan algo muy importante para el mundo huaso de hoy, que expone la necesidad de cultivar nuestras tradiciones y luchar por el Rodeo. Son personas de enorme esfuerzo, amantes a ultranza del caballo y muy cariñosos. El patriarca, el excelso arreglador de caballos don Leopoldo Díaz; su madre, la señora Magaly; y sus hijos Alfredo, Alicia y  Andrea, conforman un grupo admirable. Son de aquellos que ganen o pierdan disfrutan el Rodeo hasta el último minuto, cantando, guitarreando, bromeando y gozan la fiesta. Como debe ser.

Una familia que demuestra que con esfuerzo, trabajo, amor y dedicación se pueden lograr cosas impensadas y grandes. Por eso digo tan suelto de cuerpo que el título es un poco de CaballoyRodeo, porque este portal y su gente despliegan esa misma "pócima", y la repito: Esfuerzo, trabajo, amor y dedicación.