Cabalgando en la misma senda
Por Diego Kort Garriga (Criadero San Jorge El Victorioso).
De temprano se estaban alistando los aperos para poder recorrer con entusiasmo en la cabalgata organizada por las Asociaciones Melipilla y Casablanca, de Criadores de Caballos Raza Chilena.
Con gran entusiasmo llegaron los participantes a una invitación que ya llevaba más de dos meses de preparación.
Los organizadores dichosos de realizar tal actividad, ya que los confirmados llegaban a los 150, un número grande para una actividad distinta del caballo chileno.
Qué se puede decir de un sector tan rústico y acampado en el sector del Yali, ubicado en Bucalemu. Donde la escarpada cordillera de la costa puso prueba para los jinetes y cabalgaduras.
Detallar que dentro del ecléctico grupo de jinetes y caballos, había participantes en distintas razas de equinos, pero predominaba el de tipo chileno.
Y de las edades de los jinetes, desde niños de 5 años hasta otros adentrado en la senectud. Pero esto demuestra el real interés de participar.
Admitir que a varios paso la cuenta el revoltijo de caballos, donde potros andaban mas prendidos y mancos nuevos no lograron desempeñar de mejor forma la ruta que en algunos momentos se volvió dificultosa, pero siempre con la actitud y porvenir de un buen viaje.
Quiero resaltar que la vista en su altitud más plena del viaje, detallaba de manera formidable los relieves de nuestra costa, para así seguir el descenso donde nos encontramos con llanuras verdes de empastadas, cual oasis del desierto. Donde dimos tiempo a un momento de camaradería con un arito para poder compartir un "ágape" antes de poder terminar la ruta.
Una vez ya llegado a lugar de termino de nuestro recorrido, nos esperaban de una forma muy bien atendido con un almuerzo campestre donde se dio tiempo de poder desarrollar parte de las actividades típicas de los temas que nos interesaban a los criadores. Se habló de cómo amarrar un macho para salir en rutas de cerro, se cantó, se recitó, homenajeó, también se juraron algunos potros y yeguas, los niños jugaron a tirar la cuerda y carreras de saco, pero aun así más importante un momento de conversación donde siempre se resalto el caballo de raza chilena.
Es acá donde nos damos cuenta que esta pasión mueve y afluye en personas por el caballo, aun así no siendo una actividad deportiva en especifico.
Creo que eventos de esta índole ayudan a la mantención de lazos de muchos de los criadores y personas que nos gusta nuestro caballo. Y se agradece.