Pasión por el Caballo Chileno
Por Diego Kort Garriga, diegokortg@gmail.com
Como el tiempo va pasando, cosas van sucediendo. Trancos firmes fueron dándose al igual que los relinchos armando ecos en la historia del caballo chileno.
Rememorar tan noble animal, hace parte de la nación y de los sucesos que conllevaron la formación de la patria.
Desde un lejano 1540, con la llegada del caballo a Chile, pasando por un 1893 donde se crea el Registro Genealógico único de este animal, siendo de los más antiguos de Sudamérica y a un cercano 2012, donde se declara Monumento Natural, son partes del desarrollo de este equino en el sur del mundo.
Pero más que un cuento, es cómo se va armando la madeja de esta raza chilena, que conlleva un sin fin de apuestas y resultados concluso de lo que hoy se disfruta de este fiel animal.
Parte como un descubridor de tierras, con la llegada de los españoles. Siendo parte fundamental de la avanzada de esta angosta y larga franja de tierra. Que sin ser más objetivo, se tuvo que acomodar a los relieves y climas distintos que acá se dan.
Continúa como un guerrero, desde las "Malocas y Malones", hasta la Independencia de Chile. Fuerte en su genio, gallardo en sus movimientos y valiente en la resistencia. Parte fundamental de nuestros aprendizajes en campos de batallas, son los que fueron ganando con experiencias y laureles del triunfo.
Trabajador insaciable, como pocos supo sacar frente y poner pecho en los haberes del campo, en su fortaleza de subir y bajar la Cordillera de Los Andes, de arrear ganado, de cultivar la tierra, de medio de transporte y comunicación que dieron causa común en la creación de lazos de nuestros compatriotas.
Deportista inagotable, logró poner puntos y comas en una disciplina única en el mundo, donde su forma de actuar termina de definir su carácter.
Y sin más un gran desarrollador, ya que ha demostrado entre sus pares, dar ejemplares que logran resultados en sus líneas genealógicas y distintas actividades que fue exigido, dentro y fuera del país.
Sentir parte de este animal como una denominación de origen, es lo que debe causar y ser parte de la idiosincrasia chilena. Ya que de ese modo que la selección genética, ya sea por motivos de grandes criadores o naturales, los que esculpieron esta gran obra. No menor es luchar con los grandes fríos del sur y la bruma calurosa del norte. Demostrar su poderío en las medialunas o en los arreos en praderas. Marchar en los engalanados desfiles o subir calmadamente un cerro. O quizás pasar tiempos en su tropilla o siendo el gran compañero del huaso.
Sin ser base de todo lo que significa el caballo en el hombre de campo, este escrito hace similitud en lo que a sido parte de nuestro país o sin ser majadero, en la lucha diaria de cada uno, por distintos objetivos. Son estas formas las que llevan a ser parte y muchas veces contra parte del diario vivir. Que el al igual que mucho definen nuestro carácter diario y dejan huellas en el camino.
Ser parte de una sociedad y querer ser parte de ella, nos dan las destrezas que buscamos para lograr objetivos. Al igual que el caballo que está en nuestro ADN.
De este modo denotar que dentro esta casualidad para los que nos encontramos a diario con parte de esta historia, nos causa un sentido mayor de apego y responsabilidad que debemos tomar con alturas de mira y respeto por el caballo chileno. Si es necesario defenderlo en la adversidad y honrar de su memoria en nuestros comentarios.