Inclusión y educación social sobre el caballo chileno
Por Diego Kort Garriga
Cuando hablamos de educación, siempre nos nacen miles de ideas en la cabeza, pero si hablamos sobre nuestras enseñanzas tradicionales chilenas, la verdad que no es tan grande el rango y nos enfocamos más que todo en la historia de nuestros legisladores, aspectos cívicos y algunas fechas conmemorativas.
Ahora, si nombro algunos años en particular, quizás no a todos les suene o, más bien, casi nadie sabrá que ocurrió. Por nombrar algunos al azar: 1893, 1927, 1946, 1962, y 2012, sabremos decir que en distintos de ellos ocurrieron un sinfín de actividades.
Yo voy a un punto en específico: En 1893, se forma el Registro Genealógico del Caballo Chileno, situación que lo sitúa específicamente como el segundo más antiguo del mundo. Y esto nos debería llenar de orgullo patriótico.
1927: Se dicta la ley de corrida de vacas, que crea el Rodeo Chileno y se implanta en los códigos civiles como el deporte patrio por excelencia, indistintamente lo que los detractores puedan incidir en estos últimos años.
1946: Se crea la Asociación de Criadores de Caballares, lo que hoy es la Federación de Criadores de Caballos Chilenos, que ha logrado mantener e incentivar la crianza y propagación de estos mismos animales.
1962: El rodeo es legitimado como deporte nacional por el Consejo Nacional de Deporte y Comité Olímpico.
Y por nombrar otro más, sería el 2012, donde nuestro caballo chileno es reconocido por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y agricultura) como raza. No sé ustedes, pero a mí se me hincha el pecho de orgullo, no solo por ser criador y seguidor de este equino en específico, más bien ya que lleva en alto el nombre de nuestro país en una ardua tarea que nace casi en 1541.
Ahora, me doy la tarea de nombrar esto con tanto ahínco, más bien por querer “enseñar” que estos hitos, aunque más importantes para algunas personas en específico que para otros, debiesen ser señaladas mas que sea en una esquinita de nuestros libros de historia. Quizás en algún afiche, más que sea para el 18 de septiembre, que nos sentimos tan patrióticos, o ver la forma de que la comunidad sepa que detrás de solo un animal existe un patrimonio histórico, natural y real de lo que ha sido este noble caballo que tanto ha dejado plasmado sobre estas tierras chilenas.
Quizás son palabras de emoción del que escribe, pero si esto llega más que sea a una persona que poco sabía sobre esto y se ve representado, no solo por el rodeo ni por el caballo, sino que se vea reflejado en nuestro país, algo del objetivo ha sido cumplido.
En lo albores del inicio de la patria hasta los momentos actuales llenos de tecnología, se sigue formando y dando pie a que este deporte, y animales tan nuestros siguen proyectando con fuerza la pasión, destreza y fuerza nacional del caballo chileno.
Es insólito que muchas veces extranjeros vengan a ver con tanto orgullo nuestros “mancos”, les llame la atención la destreza del animal, la gallardía del huaso y lo poco que hemos asumido responsabilidad social comunitaria con ellos.
No me quiero propasar ni ponerme “moralejo”, solo contar parte de lo que ha sido, es y seguirá siendo nuestra historia en un aspecto tan voluble, pero firme como nuestro, propio, chileno y monumental caballo.