Concientizar en el arreglo para seguir creciendo
Por Marcelo Guzmán Recart, www.tcu.cl
El amor y respeto por las tradiciones, así como por nuestro caballo nos hace sentir únicos. Sin embargo, este orgullo a veces nos aísla un poco de la realidad que el resto del mundo vive en torno a la equitación. Las diferencias entre nuestra equitación huasa y la de otros países, hace a veces reticente el gusto de otras personas ajenas a lo nuestro, sobre todo frente a nuestro hermoso deporte, el Rodeo Chileno. El respeto es necesario al escuchar las opiniones del resto, porque no necesariamente lo que a nosotros nos apasiona es gusto de todos, especialmente de quienes no están relacionados al campo y que hoy son nuestros principales detractores. La cultura huasa es única, muy técnica, pero ruda para quienes no la comprenden.
Un caballo corralero bien domado esta siempre reunido y atento a las señales del jinete para desenvolverse con rapidez y fuerza en cualquier dirección, dándole al jinete la oportunidad de leer el novillo y posicionar a voluntad su cabalgadura, controlando cada batida del caballo mientras lleva al toro frente a sus pechos, generalmente a toda velocidad. La posición de la cabeza y cuello en el rodeo es más alta o ‘’up the hill’’ de lo mundialmente tradicional, debido a que el caballo debe empujar el novillo frente a él. Es por este motivo mecánico de la posición de cabeza y cuello para poder empujar a otro cuerpo, que los anteriores del caballo se ven impedidos para moverse libre y ampliamente, por lo que deben moverse corto y rápido, mientras sus posteriores siempre deben ir remetidos bajo su vientre, dando zancadas firmes y controladas que le permitan sustentarse en un eje de equilibrio que se traslada mayoritariamente hacia estos miembros traseros para poder así empujar y equilibrarse durante la faena de la atajada.
Mecánicamente hablando, esta posición de ‘’correr en las patas’’ le da al caballo la ventaja de desenvolverse mejor en espacios reducidos, permitiéndole girar corto y rápido, sin perder la habilidad de arrancar en velocidad con equilibrio y estar pisando firme para guiar con decisión al novillo mientras dirige su trayectoria hacia la atajada en forma 100% controlada, desenlazando en un apretón medido que ‘’tumba’’ al novillo sobre las acolchadas quinchas para detenerlo sin hacerle daño. De esto se trata el rodeo, es el arte de ser capaz de manejar a voluntad y de a caballo al ganado durante la faena campesina diaria, SIN DAÑARLO, pues el ganado debe seguir viviendo sus procesos de recría y engorde en condiciones óptimas, libre de estrés, dolor y con todas las condiciones alimenticias y de entorno necesarias para engordar antes de ser faenado y consumido. Este tipo de manejo solo se logra con caballos arreglados montados por jinetes expertos en el arte de trabajar ganado como lo somos los verdaderos huasos corraleros.
Este antiguo concepto de equitación ‘’A la jineta’’ no es necesariamente apreciado en general en otros países Europeos y Norteamericanos pues consideran que ‘’los movimientos de los caballos e instrucciones de los jinetes son muy bruscas y hacen ver a los caballos demasiado nerviosos’’. Sin embargo, los que hemos tenido la suerte de correr caballos arreglados a nivel competitivo, nos damos cuenta de lo importante es tener un caballo atento y preparado para cada situación. Es indescriptible esa sensación mágica que entrega nuestro caballo cuando está bien arreglado a la chilena; sentir un caballo transformarse al conectarse con el toro, ganoso, remetido y con ímpetu de avanzar para salir corriendo tras el novillo; pero siempre sujetando y controlando esa potencia a voluntad tras las riendas.
Los caballos manejados a rienda suelta como los de Reining (Rienda internacional) y Cutting, por ejemplo, pueden moverse muy bonito y elegante según su especialización en rienda o ganado, pero si se les saca de su esquema de especialización y se les pide hacer rodeo que es más de impacto, estos caballos pueden ser ‘’falsos de la boca’’ y tienden a desbocarse y desequilibrarse cuando se le piden ejercicios tan complejos como los que se requieren para el rodeo bien realizado. A modo de ejemplo, para el rodeo es necesaria la dirección servo asistida (más durita), pues la dirección hidráulica (demasiado sensible) es peligrosa a alta velocidad y dificulta el control en espacios reducidos como una medialuna. Estas diferencias culturales, pueden hacer brecha si no son comprendidas desde el punto de vista práctico.
Con mucho orgullo y agrado he oído de connotados maestros de equitación a la inglesa y western, así también como otras tantas personalidades ecuestres de USA y Europa, alabar los hermosos espectáculos ecuestres con Caballos Chilenos del criadero Palmas de Peñaflor de la familia Moreno. Sus hermosas y profesionales presentaciones, llenas de música, danza y talento de nuestros avezados jinetes, bailarines y folcloristas han puesto en alto nuestra cultura y nuestros caballos en prestigiosos eventos internacionales. Sin embargo, hay reparos en los comentarios sobre sobre doma o arreglo de los Caballos Chilenos. Personalmente creo que es una diferencia cultural provocada por la falta de entendimiento, pero es un síntoma que no podemos pasar por alto si queremos entrar con nuestros productos al mundo profesional del caballo y combatir la amenaza animalista que cada día desinforma y confunde más a quienes no entienden el amor por los caballos en general, pues no solo el rodeo, si no TODOS LOS DEPORTES EQUESTRES están en peligro hoy en día a nivel global.
Es bueno escuchar como crítica constructiva lo que opina la mayoría del mundo sobre lo que hacemos con nuestros caballos y más de algo bueno podemos sacar de ello para el beneficio de nuestra raza y de nuestro deporte, que al igual que todo en este mundo, tiene la tendencia natural de seguir evolucionando y mejorando. Este choque cultural es necesario para evolucionar como raza y como país en lo ecuestre, pues debemos comenzar a afinar el ojo en lo estético de los movimientos y enfocarnos principalmente en el bienestar animal dentro de lo funcional para ir seleccionando mejores caballos y hacer crecer nuestra raza y deporte acorde a las necesidades y desafíos que hoy en día la sociedad nos exige. Para esto debemos concientizar en el arreglo tomando las herramientas foráneas que realmente nos sirvan, tal como lo han hecho con gran éxito en Brasil, Uruguay y Argentina, y resaltar la estética, el control y el arte que representa el verdadero arreglo a la chilena que en su esencia es majestuoso, pero en la práctica (luego de ver clasificatorios 2017) deja dudas. Debemos enfocarnos más en la técnica en pro del bienestar de los caballos y de los novillos.
No tengamos miedo de ser mejores, la esencia de nuestro deporte y la visión de los criadores de antaño y sobre todo el mundo contemporáneo nos lo exige. Se trata de crecer por el bien de nuestro caballo, de nuestro deporte y de nuestra cultura. En Chile hay muchos jinetes a quienes imitar y tomar como referencia en el rodeo, y si eso lo complementamos con herramientas foráneas de entrenamiento y le sumamos mayor estudio y profesionalismo, nuestro deporte y caballos se verían muy beneficiados.
Espero que mis humildes esfuerzos por compartir lo que he aprendido de otros nos ayuden a reflexionar sobre arreglo y selección, para ir conociendo así las distintas habilidades de nuestros caballos, e ir haciendo realidad este sueño de tener un caballo verdaderamente reconocido a nivel internacional.
No olviden escribir sus comentarios, dudas y consultas sobre amansa con enfoque deportivo, arreglo multidisciplinario, manejo del ganado y más información sobre distintas disciplinas para el caballo chileno en la sección de contacto de www.tcu.cl o directamente a contacto@tcu.cl.