Jerry Tapia, mejor jinete profesional de San Felipe: La perseverancia me hizo llegar lejos

Una larga espera con paciencia y perseverancia son las claves en la carrera del mejor jinete profesional de San Felipe, Jerry Luis Tapia, quien luego de intentar muchos años sin éxito por fin logró llegar a la Monumental de Rancagua y más encima clasificar a su primera final de Campeonato Nacional de Rodeo.

Y es que como muchos otros Tapia empezó de muy abajo, incitado por su abuelo José quien le metió el bichito por los caballos, para luego comenzar una vida junto a los mancos. Sus inicios fueron ahí con él, quien le prestaba caballos para que corriera a la edad de 11 años.

En seguida empezó a crecer el gusto por los caballos, dejando incluso después sus estudios universitarios para dedicarse firmemente a correr y aprender a preparar caballos.

Jerry comenzó junto a Arturo Manzur, con quien formó una gran amistad, él fue la persona que lo ayudó en un principio, le daba permiso para visitar arregladores de vasta experiencia como Luis "Pocholo" Morales, o Alberto "Flaco" Vargas, con la idea obtener mejor resultados, completaron varias veces e incluso desempataron para ir a Rancagua.

Después de varios años ahí, se fue con su actual compañero Alfonso Figueroa, con quien también estuvo cerca de llegar al Nacional.

Pasadas dos temporadas se fue con Rodolfo Figueroa y ahí por cosas del destino volvió a correr con Alfonso, para completar al final, dar pelea en los clasificatorios y meterse en la última opción que les quedaba en Vizcachas, serie en la que sólo premiaban dos colleras.

"El paso a Rancagua me significó cumplir un sueño, tuve la suerte de ir (de público) a Rancagua por primera vez el año 1997, aquel año que se inauguró la medialuna, fui con amigos y parientes, de los cuales me acordé cuando ingrese a aquella medialuna. Íbamos sin expectativas, pero sabíamos que corriendo tranquilos podíamos hacer algo y por suerte pudimos premiar, estar en la final fue algo increíble, estar ahí con los mejores de Chile es un grato recuerdo y que me hizo recordar la primera vez que fui a esa medialuna, cuando estaba chico, sentado en la galería con esperanzas de algún día estar ahí en la final", expresó a CaballoyRodeo.cl.

"Lograr este reconocimiento es lindo pero ahora la tarea es más difícil, espero volver algún día a Rancagua, sería bonito, pero es un largo y difícil camino que estamos ahí buscando otra vez, la experiencia ayuda de gran manera pero hay que tener una dosis grande de suerte, como la temporada que pasó, aunque seguiremos trabajando de la misma manera y con deseos de ir por mucho más", añadió.

En la actualidad Jerry tiene un nuevo desafío: Es padre de un pequeño niño de un año, con quien espera algún día correr un toro. "Por suerte para mí mi padre siempre me apoyo en esto, él no corre, pero siempre está presente en los rodeos ayudándome, al igual que un tío que nunca me dejó solo. Ahora espero ayudar a mi hijo de la misma manera, si él quisiera ser huaso y le gustan los caballos lo apoyaré, de la misma manera si no le gustan, aunque uno siempre tiene el deseo de quizás en un futuro poder entrar a una medialuna con él", finalizó.