Yeny Troncoso: "Mi sueño es correr en Rancagua"
Por Alejandro Sepúlveda Jara
- ¿Correr el Campeonato Nacional es su objetivo para esta temporada?
Yeny Troncoso: "Pienso que uno debe ir quemando etapas. Pero sí, correr en Rancagua sería cumplir un sueño muy bonito".
Marco Espinosa: "Sería hermoso, y en pareja además, mucho mejor".
Un anhelo con fundamento. Yeny Troncoso y Marco Espinosa cuentan con el requisito luego de su victoria, hace algunas semanas, en el Rodeo Interasociaciones del Club Los Valientes de Nos (Asociación Maipo) sobre los potros de Andrés Poblete, Amancay Enfiestado y Trinchera Mañanero.
Una collera dentro y fuera de las medialunas
La primavera es así. Luego de un día de lluvia intensa nos recibe un cielo azul profundo en San Juan de la Sierra (provincia de Colchagua). El pasto brota con un verde furioso, los pájaros trinan y el barro invita a caminar con precaución.
Nos reciben Yeny Troncoso, Marco Espinosa y el acampao hijo de ambos, Luis Martín, de apenas un año y medio de vida.
Estamos en la parcela de Marcelo Moyano, él la comparte con esta pareja. ¿Eres unas de las pocas arregladoras de caballos que hay en el país?, pregunto, pero Yeny es aún más categórica: "Creo que soy la única".
Esta familia huasa vive y trabaja hace 4 meses en este lugar. "Partimos de a poco, con 4 caballos. Ahora tenemos más de 10", cuenta Espinosa. La gracia es que ambos trabajan los mancos. "Nos entendemos bien corriendo", agrega Yeny, quien señala que "nos complementamos bien en el trabajo. Nos dividimos la pega, ambos le aportamos al arreglo de cada caballo".
El picadero está lleno de barro, pero igual esta pareja de arregladores montan para cumplir con su labor diaria. Cada uno trabaja sus caballos, Yeny, además nos deleita con una pequeña demostración de rienda.
Luego se les une su hijo. El pequeño Luis Martín goza sobre los caballos, más aún cuando su madre ejecuta unas vueltas sobre parado con él instalado en la cabeza de la montura. "Chincolito", como le llaman cariñosamente, se ríe y aplaude con entusiasmo.
La rienda, una etapa cumplida
Yeny Troncoso estudió administración de empresas, pero "la pasión por los caballos fue más fuerte. Yo me críe entre los caballos, tengo la escuela de mi padre (Luis) y esa es la que sigo", confiesa quien además complementa su trabajo "con la escuela americana en la rienda".
Campeona Nacional del Movimiento a la Rienda en 2008, 2010 y 2013; Yeny cree que esa es "una etapa cumplida. Ahora quiero correr, queremos completar y ver que pasa después". En todo casa aclara que "igual trabajo caballos para mover".
Un triunfo inolvidable
Marco es un hombre reservado, de palabra esquiva, pero cuando habla lo realiza convencido. “Hace tiempo que teníamos ganas de correr juntos y ahora se nos dieron las cosas. Llevamos 5 años como pareja y en los caballos. Mi historia se basa en esfuerzo y sacrificio. Gracias a mis tíos aprendí este oficio y mirando a los viejos diablos”.
Y el hombre aprendió. De hecho, ganaron el primer rodeo al que salieron esta temporada. "Tuvimos suerte, porque hubo novillos pesados que supimos manejar", afirma Yeny. Después agrega que "como soy mujer, a los patrones les cuesta confiar en una al principio, pero lo conseguimos y con un triunfo".
Si con el paisaje y con el cariño que nos recibieron en San Juan de la Sierra ya estábamos agradecidos, en la despedida nos agasajaron unas carnes asadas en piedra de mar. Si pasa por Chimbarongo, pregunte por ellas.
Nos vamos. Yeny y Marco se quedan disfrutando del campo, de los caballos y trabajando duro para cumplir su anhelo: Correr los potros negros en Rancagua.
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