Por Revista del Campo, diario El Mercurio

Sergio Covarrubias acaba de regresar de Brasil, donde encabezó una delegación oficial de la Federación de Criadores de Caballos Chilenos que se reunió en Porto Alegre con los máximos dirigentes de la Federación Internacional de Criadores de Caballos Criollos, FICCC.

Covarrubias tiene el mandato de abrir caminos para lograr que Chile se reintegre a esa organización sudamericana. El dirigente no quiere sembrar falsas expectativas frente a los avances conseguidos en la misión, y para eso prefiere usar un ejemplo: "Es como tener un barco con el que queremos llegar a otro puerto, que conocemos como destino. Lo nuevo es que conseguimos la hoja de ruta para lograrlo, y ahora sabemos cómo llegar. Sólo faltan las vicisitudes del trayecto".

Chile se encuentra suspendido de su calidad de socio de la FICCC, luego que en 2011 se negara -por acuerdo del consejo consultivo realizado en Punta Arenas- a cambiar el nombre del caballo chileno por caballo criollo y a abrir los registros genealógicos históricos nacionales.

En concreto, la delegación chilena pudo participar en la reunión de la FICCC, con los máximos timoneles de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, y logró que se aprobara la proposición de estudiar la reinserción de Chile como miembro activo. La primera tarea que se le encomendó a los criadores chilenos es proponer un reglamento para la creación de un registro internacional de caballos.

"Tras el trabajo realizado tuvimos logros bastante importantes como para seguir mirando con optimismo nuestra posible llegada a la meta", comenta Sergio Covarrubias, vicepresidente de la Federación de Criadores de Caballos Chilenos.

Fueron tres los puntos de acuerdo que la delegación chilena -integrada, además, por el secretario de la federación, César Núñez, y el tesorero, Carlos Souper- logró tras su viaje a Porto Alegre, Brasil, en el marco de la Feria de Esteio, en la que se disputan las afamadas pruebas ecuestres llamadas Freno de Oro.

El primero es que se nombró a la Federación de Criadores chilena como único interlocutor válido ante la FICCC, por lo que es la única entidad que puede plantear algún proyecto, líneas de trabajo o ideas para integrarlas a la organización internacional.

El segundo logro es que se aceptó la proposición chilena para que la FICCC estudie su reinserción como miembro activo. En concreto, creó una mesa de trabajo para discutir los puntos de divergencia y de convergencia.

"Antes de partir a Brasil, Chile estaba suspendido, y ahora se aceptó estudiar cómo se puede reinsertar activamente a la organización actual", destaca Covarrubias.

Al día siguiente -el lunes 31 de agosto- la mesa comenzó su trabajo viendo a grandes rasgos como debiera ser el registro internacional, la inscripción de los caballos y otros aspectos técnicos e ideas para ir trabajando sobre ellas.
Incluso se habló de establecer un "pasaporte" para los caballos válido entre países FICCC, que de facilidades aduaneras, no a nivel sanitario, para transitar entre los países, y evitar demoras innecesarias que afectan a los animales.

"Considero lo acuerdos conseguidos muy importantes. En la mesa de trabajo se produjo un diálogo fluido y franco, en el que no hubo nada que se prestara para una doble lectura. Ahí planteamos en forma categórica y clara que cualquier acuerdo tomado por FICCC tiene que ser ratificado por el consultivo".

El tercer acuerdo le encomienda a Chile plantear un proyecto de registro internacional de caballos, especial para cuando se trata de cruzamientos entre un caballo chileno con uno FICCC. El tema ya había sido tratado en el consultivo de Punta Arenas, por lo que ya hay camino recorrido.

"Ese registro tenemos que estudiarlo junto con su reglamento para hacer un planteamiento oficial, el que tendrá que ser ratificado en una reunión extraordinaria entre los presidentes de asociaciones y el directorio. Lo que hay que tener claro, eso sí, es que se seguirá manteniendo absolutamente cerrado el registro genealógico histórico, ni habrá modificación del nombre del caballo chileno ni de la federación", aclara Covarrubias.

La siguiente reunión de la mesa de trabajo depende ahora de Chile, ya que será cuando lleve el proyecto de registro y reglamento listos para discutirlos.

"Nuestra misión trabajo se dividió en dos etapas, la primera fue protocolar y de relaciones públicas, en la que abrimos canales de comunicación y redes para tener percepciones de las distintas posiciones del resto de los miembros de la FICCC, y todo eso fue un éxito rotundo", destaca Covarrubias.

Claro que también tuvieron su momento de fama en los medios de prensa, luego que compraran una parte de la propiedad de un caballo tres cuartos de raza chilena, Quinchero -hijo del potro Señuelo, del criadero Santa Elba-, que tuvo una destacada participación y salió tercero en el Freno de Oro. Los miembros de la delegación, más otros criadores que los acompañaban, como Ricardo Walker e Ítalo Zunino hijo hicieron el esfuerzo.

Covarrubias destacó la colaboración que prestó el criador de caballos chilenos Gustavo Goulart, abogado brasileño muy reconocido en Porto Alegre y todo el país, y que es un verdadero embajador del caballo chileno en esas tierras.