Alejandra Navarro, Mejor Dirigente Joven: "El rodeo es mi gran pasión"

Alejandra Navarro, ex secretaria general de la Organización Nacional de Rodeo de la Educación Superior (Onares), conversó con Caballoyrodeo.cl sobre el premio que recibió como Mejor Dirigente Joven por segundo año consecutivo y realizó una evaluación del período en que estuvo a cargo de la institución el directorio al cual ella perteneció.

- ¿Qué significa para ti haber obtenido por segundo año consecutivo el premio a Mejor Dirigente Joven?

"Creo que es un gran honor y un tremendo orgullo obtener por segundo año consecutivo el premio Mejor Dirigente Joven, ya que es una distinción que entregan todas las universidades pertenecientes a Onares. Eso indica que uno hizo bien su trabajo, porque las diferentes ramas de rodeo te otorgan su respaldo y sienten el compromiso que uno entrega a la organización.

Este año tiene un sabor mucho más emotivo, debido al término de mi período como directora de Onares. Ahora los que nos vamos dejamos en manos del nuevo directorio, este gran proyecto que terminó siendo parte importante de mi vida y al cual entregué mucho cariño y dedicación".

- Ahora dejas Onares después de cuatro años. ¿Cuál es la evaluación de ese período?

"Al evaluar estos cuatro años de trabajo, me siento totalmente conforme. Me tocó pertenecer a un directorio comprometido, en donde logramos terminar con una organización deportiva completamente constituida, cohesionada, con metas de trabajo claras, dejando  definida qué nuestra visión del rodeo universitario es incentivar tradiciones a las nuevas generaciones y que nuestro deporte nacional se mantenga vigente en el trascurso de los años.

Siendo lo más valorado los grandes lazos de amistad que terminé construyendo con  diferentes ramas de rodeo, pero principalmente con la gente de mi directorio, en donde encontré a grandes amigos, a los cuales estimo mucho. Fue un período de aprendizaje muy importante de mi vida, el cual me incentivó a querer cada vez más al rodeo y las diferentes aristas que lo componen.

Creo que el Directorio actual de Onares, se inicia en un muy buen pie y sobre todo porque está compuesto por personas realmente comprometidas para que esta institución se fortalezca con los años". 

- ¿En qué creció el Rodeo Universitario durante estos cuatro años?

"Durante estos cuatro años Onares tuvo un crecimiento en múltiples sentidos, partiendo por desarrollar un trabajo disciplinado, para poder lograr resultados concretos y demostrar que los joven universitarios queríamos hacer las cosas bien. Eso se vio reflejado en el gran nivel que tuvo este año el Campeonato Nacional Universitario 2013, que fue organizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile y del cual me encontraba a cargo. Ahí pude percibir el gran compromiso realizado tanto por la organización como por los participantes.

En segundo lugar, logramos incorporar a universidades de todo el país para que fueran parte de esta iniciativa, sobre todo de las regiones extremas. El año 2012 ingresa la Universidad de Magallanes como una nueva rama de rodeo y eso motiva a que universidades más lejanas se hagan parte de este gran proyecto, transformándonos en una organización que incorpora a todos los jóvenes amantes del rodeo. En la actualidad son 44 universidades a lo largo del país las que pertenecen a Onares, desde La Serena a Magallanes.

Y por último, el crecimiento a nivel deportivo, tanto en el rendimiento de las colleras participantes, como en el tipo de ganado utilizado y la infraestructura de las medialunas que se requirieron fueron de primer nivel, debido a que participaron 250 jinetes y más de 350 caballos, durante los tres días de competencia. Eso es prueba de que el Campeonato Nacional Universitario es un evento deportivo cada vez de mejor calidad".

- ¿Cuál es el gran legado que dejaste en Onares?

"Creo que mi gran legado fue trabajar en equipo, con la idea principal de crear un orden y fijar metas claras de trabajo. Eso se logró incorporando al proyecto a cada uno de los directores, pero principalmente a todas las universidades, desde la más pequeña a la más grande. Juntos, bajo un sistema disciplinado y responsable, pudimos demostrar que  los jóvenes si pueden desarrollar cosas grandes y de calidad.

Nada de esto habría sido posible sin incorporarle un poco de carácter, un compromiso real y un cariño incondicional a cada una de las áreas que conforman Onares".

- ¿Cómo seguirás aportando en el Rodeo Chileno?

"Definitivamente  seguiré ligado a esto. Eso no está en discusión, porque es mi gran pasión y toda la vida he estado ligada, siempre acompañando a mi padre Enrique Navarro, quien es socio de la Asociación Los Andes y a quien agradezco que me allá incentivado este lindo deporte.

Desde hace un año me incorporé al equipo de trabajo de la Federación del Rodeo Chileno, en donde me encuentro aprendiendo de todo el sistema administrativo de la institución, y en donde fui muy bien recibida tanto por el Directorio, como por el personal administrativo. Además, trabajando en la Asociación de Rodeo Melipilla, principalmente con don Gabriel Barros y su Directorio, personas que han sido fundamentales, en seguir incentivando mi trabajo dentro del rodeo, asumiendo nuevas responsabilidades, de esta forma he ido superando los errores y aprendiendo de los dirigentes con más experiencia".

- ¿Alguna dedicación especial?

"Mis premios siempre van dedicados a mi familia y abuelos, ya que son el apoyo incondicional a que siga trabajando por el rodeo. Aunque esta vez se lo dedico a mi Directorio de Onares, o como siempre les dije 'mis niños', ya que junto a ellos logramos todos los avances para la institución. Este premio es el reflejo del trabajo en equipo y la constancia de cada uno".