Consejo veterinario: Influenza equina
Por Felipe Lara, médico veterinario de la Universidad de Chile y Máster en Medicina Animal.
Quienes deseen realizar sus consultas deben enviarlas al mail lhfelipe@gmail.com.
Debido a la confirmación por parte del Servicio Agrícola y Ganadero de dos casos de Influenza Equina en la región metropolitana, es que daremos algunas recomendaciones entorno a esta enfermedad.
La influenza equina es una enfermedad respiratoria viral altamente contagiosa, con una tasa de mortalidad baja, con un periodo de incubación de dos a cuatro días, que se caracteriza por tos severa, descargas nasales, fiebre (incluso 41º C), depresión y perdida del apetito. Este virus, no afecta a los humanos y es muy poco probable que en algún momento pueda hacerlo.
Si el caballo no presenta complicaciones secundarias, los signos clínicos disminuyen en los primeros cuatro a siete días pero la recuperación completa dura dos a tres semanas. Aunque pueden existir complicaciones secundarias que pueden perpetuar el cuadro y complicar, como las infecciones bacterianas secundarias que pueden hacer que el cuadro incluso evolucione a una neumonía o una pleuroneumonía. En el caso de las yeguas preñadas éstas pueden abortar debido principalmente a la fiebre.
Debido a que esta es una enfermedad altamente contagiosa (se disemina rápidamente), provoca bastantes pérdidas económicas, produce la paralización de las actividades ecuestres y alteración en el entrenamiento en nuestros caballos, por cuanto es muy importante tomar medidas de prevención.
Debido a que está es una enfermedad viral, no existe ningún tratamiento específico y eficaz, el tratamiento solo es sintomático, específicamente el uso de antinflamatorios para disminuir el estado febril, fármacos broncodilatadores, mucolíticos que permiten que el caballo se sienta mas aliviados. Y durante el curso de la enfermedad el caballo debe tener reposo.
La utilización de antibióticos para prevenir una infección secundaría, es controversial ya que puede provocar la selección de cepas bacterianas resistentes al antibiótico. Por lo que su uso debe ser estudiado caso a caso por el médico veterinario.
Lo que es muy importante en el caso que exista un animal infectado, es tomar algunas medidas para prevenir la diseminación de la enfermedad como:
- Aislamiento total de los caballos infectados, el virus por el aire puede viajar aproximadamente 32 metros, terminado el curso de la enfermedad es conveniente esperar una semana antes de juntarlos con los otros caballos.
- Mantener un ambiente limpio y ventilado.
- Limpieza y desinfección de la pesebrera del caballo infectado.
- No compartir útiles de aseo, capas, etc con animales infectados.
- Evitar al máximo el transporte y movimiento de caballos, de no ser posible, realizar cuarentenas a los animales que provienen de otros lugares.
La prevención radica principalmente en la utilización de vacunas, en Chile la vacuna que se encuentra es la a virus inactivado. Lamentablemente las vacunas no producen una inmunidad aceptable inmediatamente, si no que, toma algunos días en los caballos que ya han sido vacunados antes o han estados expuestos al virus pues ellos poseen una inmunidad residual (una especie de memoria del sistema inmunológico), en el caso de los animales que no han sido expuesto al virus con anterioridad el sistema inmunológico demora más en desarrollar anticuerpos en cantidad que generen protección y necesitan una segunda dosis a las tres o seis semanas para lograr niveles protectivos, incluso algunos fabricantes recomiendan una tercera dosis.
Es importante mencionar que el vacunar caballos que ya presentan la enfermedad o que están comenzando a desarrollar los síntomas, no tiene ningún efecto. Además que luego que este animal se recupere mantendrá una inmunidad natural por un año.
A continuación se entregan lineamientos para la vacunación con vacuna a virus inactivado, los que de todos modos deben ser discutidos caso a caso con su medico veterinario según el nivel de riesgo y estado fisiológico del caballo.
- Caballos y yeguas: Vacunación cada seis meses, o una vacuna anual con una dosis previo a una potencial exposición al virus.
- Yeguas de cría: Vacunación semianual, con un revacunación cuatro a seis semanas pre parto.
- Potrillos: Los potrillos de hembras no vacunadas se debe administrar la primera segunda y tercera dosis a los seis, siete y ocho meses y luego cada 6 a 12 meses. Los potrillos de hembras vacunadas se debe comenzar a los nueve meses, ya que poseen anticuerpos transmitidos por la madre, si se comienza antes la vacuna es inactivada por los anticuerpos provenientes de la madre.
Es de importancia reiterar la necesidad de aislar los caballos infectados o que provengan de lugares donde se ha presentado la enfermedad. Y la vacunación de los caballos que potencialmente puedan ser expuestos al virus.
Felipe Lara H.
7 9430730
Antes de proceder con cualquier diagnóstico, tratamiento o terapia se recomienda asesorarse por un veterinario.
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