Santa Isabel Espejo (Estribillo-Alborada) es un potro legendario. Un ejemplar  de destacada trayectoria siendo corrido por Iván Gallardo en el Criadero Gran Aventura, también dejó una huella importante siendo reproducido en el Criadero Palmas de Peñaflor, en donde incluso fue el padre con mayor cantidad de hijos clasificados para el 70° Campeonato Nacional de Rodeo. Por ese motivo, en el programa "En la Pata de los Caballos" de Claudio Flores Imagen y Sonido que conduce Carlos Eugenio Sepúlveda, fueron destacadas sus virtudes y proezas.

Iván Gallardo, propietario del Criadero Gran Aventura, contó cómo llegó el Espejo a sus manos: "Para mí este potro está en mi corazón. El Espejo fue a un remate con el Escaso, porque corrían juntos. Yo quería comprar al Escaso, pero lo compró el señor Oscar Lería. Y por El Espejo nadie hizo una postura, nadie. Y yo le dije a mi amigo 'Lucho' Pérez que quería al Escaso, porque estaba corriendo y el Espejo ya no corría. Como perdí al Escaso, 'Luchito' Pérez me dijo 'pero está el Espejo, que es hijo del Estribrillo'. Y alguna vez un amigo me dijo 'si vas a ser un criadero y no tienes Estribillo, es como hacer un asado y no echarle sal. Eso me dijo mi amigo, que es como un asado de cordero sin sal".

"Entonces yo andaba buscando a un hijo del Estribillo y pensé en el Escaso, porque estaba corriendo. Pero las cosas pasan por si solas y lo mejor es lo que pasa. Como se vendió ese potro, fui a ver El Espejo y terminé comprando 20 caballos. Compré al Espejo, el Esquinero, todas las yeguas. Ahí llegó el Espejo a mis manos y un día cualquiera lo monté, lo corrí y me encantó. Ya me gustaba el color, es como las  mujeres que una las ve y se enamora. Me gustaba el color del potro", agregó.

"Lui fui a ver a Osorno, cuando 'Luchito' Pérez lo corría a mitad de la cancha y hacía sonar las espuelas y se iba a piño, no atajaba, porque 'Luchito' lo espueleaba. Y yo siendo un jinete nuevo, de nota tres o cuatro, no sabía ocupar las espuelas. Por eso me hice famoso, porque corría con las manos, no sabía ocupar las piernas ni las espuelas. Y se puso atajar el potro como nunca, lo corrí en una pichanga y me dijeron que ese era mi potro. Corrí el Esquinero y no me gustó. Así que me puse a correr el Espejo y no se lo prestaba nadie", se extendió.

"Tuve grandes anécdotas corriendo al potro y me puse un poco rebelde. En Osorno incluso apostaba. En la Medialuna de Río Negro le dije a Alfonso Angulo que le apostaba un millón de pesos que no erraba ninguna atajada. Me dijo 'que eres agrandado Gallardo'. Yo le dije que me tenía fe. Le coloqué seis a la mano y cuatro para atrás y al otro día en el champion quedamos segundos. Y no erraba atajada. Yo para atrás a ojos cerrados le colocaba cuatro. Tenía una seguridad en mi caballo. Me emociona hablar de él, cuando veo al video de Rancagua corriendo a el Espejo con el Botón junto a mi ahijado Jorge Gutiérrez, me emociono. El Espejo fue mi gran caballo" comentó.

"Gracias a Dios quedó después en mi buenas manos de mi amigo Alfredo, que se lo vendí por un motivo muy importante, por la enfermedad y el cáncer de mi señora. Ese fue el motivo que gatilló que vendiera a El Espejo. Si no, no lo hubiera vendida", terminó de contar.

Alfredo Moreno Echeverría, propietario del Criadero Palmas de Peñaflor y Constituyente, también habló de El Espejo: "Es un caballo que marcó una época y que será un caballo que por mucho tiempo vamos a recordar, porque nos ha dado generaciones de caballos que nos han permitido tener muchos logros y que se han mantenido por muchos años en la competencia".

En la parte reproductiva, Moreno dijo: "Acá estuvo varios años. Los mayores tienen 15 años y los menores deben tener nueve u ocho. Tampoco fue tanto como dice Iván. El caballo murió el año 2010, después del terremoto. Era un caballo bueno, tenía 20 años recién, y estaba preñando bien y todo. A los buenos les pasa. Pero esas generaciones que dejó han sido muy buenas, muy destacadas y han tenido buenos resultados".

Respecto a las mejores crías de El Espejo, dijo: "El Cacique y el Portento. El Portento terminó capado, pero es un caballo espectacular. Mientras que El Cacique ni hablar. Es un caballo que lleva seis o siete temporadas compitiendo al más alto nivel, siendo finalista todos los años, salvo un año que no participó y lo dejamos suelto. Este año ya está clasificado a Rancagua de nuevo. Pero es un caballo espectacular, que hacía cosas que yo arriándole me parecían extraordinarias. Es hijo de una yegua extraordinaria como la Catalina, que trae Rico Raco y Camarera. Es un caballo que tiene todo para ser crack. Ese caballo se crio tomando leche en tarro, porque al año se murió la yegua. Para mí es lejos el mejor".

"Hay una que tiene cuatro años con la Pinturita. Hicimos una locura un año, cunado corrimos el cuarto animal con el Cacique con la Condesa y corrimos tres toros en la Pintura con la Candela, le sacamos un embrión. Es hembra y tiene harto Espejo", concluyó.