Criadero Higuera Norte: "Disfrutamos lo que vivimos toro a toro"

Por Alfredo Díaz González, enviado especial a Rancagua

El ser parte del 70º Campeonato Nacional de Rodeo de Rancagua ya era un premio bastante grande para los representantes de Linares, Cristian Ordóñez y Miguel Herrera, quienes con las mantas del Criadero Higuera Norte querían hacer un buen papel y llegar lo más lejos posible montando a la collera mixta del Manolete y el Despreciado.

Y vaya que les resultó, ya que ellos en la Segunda Libre A lograron la soñada clasificación a la gran final y ya el domingo por la tarde lograron meterse dentro de las 6 mejores colleras, con parciales de 9 en el primero, 4 en el segundo y una espectacular carrera de 13 puntos (única en la serie de Campeones), lograron meterse a la pelea. Ahí ya se jugaron sus opciones pero restaron -1 en el cuarto, aunque igual se fueron más que pagados ya que cumplieron su sueño de estar metidos en la gran final.

Miguel Herrera, quien además debutaba en las tierras amarillas de Rancagua expresó a Caballoyrodeo.cl: "Es muy lindo todo esto, era segunda vez que corría un clasificatorio y llegar acá ya era un gran premio, se nos dio la premiada el sábado y con eso estaba ya muy feliz, pero el destino nos tenía preparado esto y era una yapita lo que ocurriera hoy (domingo) y cuesta encontrar palabras para describir lo que sentimos estando acá".

- Además con una carrera perfecta en el tercer animal, ¿qué sensaciones le dejó correr estos cuatro toros?

"Tratamos de disfrutar todo lo que íbamos viviendo toro a toro, es muy bonito hacer una carrera perfecta en la final y recibir el cariño de todo el público de la Monumental, sin dudas gracias a esa carrera logramos el paso al cuarto animal y cumplimos otro sueño más que tienen todos los que se dedican a este oficio, es aquí cuando uno se acuerda de los inicios".

- ¿Cómo se dio tu inicio en esto del rodeo?

"Me inicie en un pueblito chico llamado Nilahue Cornejo en Pumanque, darle las gracias a don Alonso Verdugo que fue la persona que me guió y me prestaba caballos, ahí comencé a correr en los laborales. Después con el tiempo me fui de petisero con don Mauricio Ordóñez, de quien estoy muy agradecido y se ha vuelto como mi segundo padre, de ahí empecé a correr y llegue donde estoy ahora".

Se nota que tienes una relación muy cercana con tu compañero, ¿de dónde nace todo esto?

"Fuimos compañeros en una escuela agrícola en Hospital, estudiamos en la enseñanza media, nos conocemos de muchos años y ahí jugábamos a la pelota juntos, con el tiempo nos metimos de a poco en esto del rodeo y ahora corrimos la vaca, mire donde terminamos, no puede ser más bonito".

Cuéntanos un poco más de tu caballo Despreciado...

"Este caballo es un poco nuevo, tiene recién 8 años, se había completado antes dos veces, lo había corrido don Mauricio (Ordóñez). Este año me tocó la oportunidad a mí de correrlo, se completó y hay que entenderlo un poco, aún no está tan firme, tiene sus complicaciones como todo caballo pero nos permitió llegar acá, estoy muy agradecido de él".

¿A quién agradece o dedica esta gran actuación?

"A mi familia, mi padre y mi madre, a mi abuela y a todos los amigos que me han apoyado en esto, es un camino muy difícil y muy largo. También estoy agradecido mucho de mi compañero y de los dueños del criadero, la familia Romero, quienes deben estar más felices que nosotros por todo esto que hicimos".

Ordóñez: "Fue muy lindo correr una final de Chile"

En tanto, Cristian Ordóñez, quien ya había corrido una final antes en Rancagua pero sin mucho éxito, también valoró mucho la experiencia de correr la final nuevamente y más aún llegar a un cuarto toro.

"Yo creo que recién con el pasar de los días vamos a asimilar esto que hicimos, es el premio a mucho tiempo de trabajo, antes había llegado a Rancagua incluso corrí la final, pero nunca había podido pasar del primer toro, ahora se nos dio la premiada y con eso estábamos más que pagados. Fue muy lindo correr una final de Chile y más aún llegar a un cuarto toro que es lo que uno siempre anhela conseguir, obviamente estamos muy felices por todo el criadero".

- Se le vio muy complementado con su potro Manolete.

"Es un muy buen manco, es maduro ya, se le podía exigir y respondió de buena manera, estoy feliz por él, no es que lo diga yo, creo que lo demostró con todo lo que hizo, erró solo una atajada y eso me tiene muy orgulloso".

¿Qué sensaciones le deja llegar a estas instancias en Rancagua?

"Cuesta expresar lo que uno siente, uno vive y trabaja para esto, siempre me hace recordar mis inicios, nací en las patas de los caballos como se dice, mi abuelo, mi tío, mi padre, somos de familia corralera. Elegí este camino y gracias a Dios no me ha ido tan mal, hay que tratar de mantenerse por ahí que es lo más difícil, la clave sin dudas es tratar de cada día ir mejorando, es lo que lo hace cumplir las metas a uno".

¿Hay mucho sacrificio detrás de todo esto?

"Hay harto, se pasa bien, se pasa mal, uno vive de todo pero hay que tratar de hacer las cosas bien para llegar donde uno quiere llegar".

Por último, algún agradecimiento...

"Por supuesto, primero a la familia que son los que siempre apoyan y en especial a los patrones ya que gracias a ellos estamos acá, son ellos quienes hacen el esfuerzo y vinieron a apoyarnos, nos sentimos muy bien y es bonito darles estas alegrías".