Una extensa cobertura al primer Champion de la Prensa brindó el Anuario de 1972 de la Asociación de Criadores de Caballares y de la Federación del Rodeo Chileno.

Revisa la transcripción de la nota y las numerosas fotografías publicadas:

¡A la medialuna, señores corredores…!

¿Desde cuándo está en la radio Víctor Abt? Desde siempre. Empezó más allá de nuestro recuerdo. Aunque no creemos lo que afirma Raúl Hernán Leppé, de que es uno de los precursores y hay que enviarles felicitaciones  al cumplir medio siglo de labor en la radiotelefonía nacional.

¿Viene al caso? Sí. El decano fue el capataz de este que será célebre "Primer Champion de la Prensa". Lo hizo con dinamismo, con sapiencia, con la misma fluidez con que comenta desde las canchas los más diversos deportes.

¡Corrren…!

1. LIRA Y GODOY "EL MERCURIO"

2. PIZARRO Y ACEITUNO "EL MERCURIO"

3. ARCE Y GONZALEZ "RADIO COOPERATIVA"

4. BERTOLONE Y ARAYA "LA NACION"

5. BUSTOS Y TASTETS "RADIO CARRERA"

6. SILVA Y TURCO DIAZ "CANAL 7"

7. FERNANDEZ Y MARTINEZ "EL MERCURIO"

8. LEIGTON Y PAVEZ "CANAL 7"

9. PEREZ Y VERGARA "REPORTEROS GRAFICOS"

10. PIZARRO Y PAGAGUITA "EL MERCURIO"

11. VERGARA Y LABBE "REPORTEROS GRAFICOS"

¡JURADO… HUGO CARDEMIL!

MASAJUAES… LUIS BAEZA Y JAIME VARGAS.

¡Campeones!

Cuestión previa. De acuerdo a los reglamentos, el famoso campeón de Radio Cooperativa, Enrique González, debió ser sustituido al lesionarse al intentar una atajada de 4 puntos buenos. Lo reemplazó, Patricio Silva, representante de Canal 7, al iniciarse el segundo animal.

CAMPEONES DEL RODEO:

ARCE Y SILVA, EN "SINTONIA" Y "TELECINE"

VICECAMPEONES:

LIRA Y GODOY, EN "MERCUCHO" Y "MACHETERO"

Empezamos por las corridas la nación y comentarios de este certamen que entra en lo memorable, por la presencia de tantos y tan eximios como distinguidos jinetes. Además, porque estos jinetes, todos, brindaron un espectáculo magnífico, emocionante, innarrable, tanto que al correrse el tercer animal el vocerío del público era delirante, ensordecedor.

- ¿Qué hacés, allá dentro, Pizarro?, interrogaba Raúl Hernán Leppé desde las tribunas.

Un comentario de Orlando Ruiz: "¿Cómo me dijeron que se llaman los representantes de Canal 7? ¿Pavez y Leigton?" Más que corredores de vacas me parece el nombre de una caracterizada firma comercial que vende televisores populares.

- ¡Ahí sí que va un jinete de peso…!, manifestó Raúl Hernán Leppé al ingresar Nelson Bustos al apiñadero.

Este puede ser un acontecimiento histórico en la vida del Rodeo

Vimos correr a los periodistas. Los vimos en el apiñadero. Los vimos llegar a las banderas… Los vimos como el novillo jugaba al pillarse con ellos. Y vimos como todos, absolutamente todos, supieron afirmarse a los pellones, ya que no se registró ninguna caída. Y los vimos atajar y a algunos bastante bien, con remate nítido, luego de llevar su caballo bien cruzado.

Vimos correr a los periodistas… Los vimos en lo nuestro… Los vimos apreciando por sí mismos que este es un deporte técnico, difícil, en que todo obedece a principios claramente establecidos.

Anhelábamos esto y se logró. Por este camino continuará el futuro. Lo difícil siempre es dar el primer paso. El ejemplo entregado por la Federación y su club "Isla de Maipo", será continuado y con mayor brillo por asociaciones y clubes. Por encima de la fiesta, que fue gratísima, inolvidable, es necesario apreciar este encuentro de camaradería y conocimiento, en lo inapreciable que es haber podido mostrar al periodismo deportivo nacional el contenido espiritual del rodeo, la esencia de chilenidad que lo impulsa.

Anhelábamos rendir un homenaje de afecto y reconocimiento a la prensa deportiva nacional. Es demasiado y notable lo que ésta ha contribuido a la difusión de los deportes en general. Tanto, que no se incurre en exageración al decir que ha sobrado estímulo, espacio, en todos los diarios y revistas; ha sobrado estímulo en radio y televisión y faltado, en cambio, aprovecharlo como base de un más intenso fomento y apoyo económico de todos los gobiernos. ¿Qué hemos avanzado en este último aspecto? No hay duda que la Ley de Deportes es una base, pero no la solución integral. Estamos aún muy lejos de todo lo que un país necesita para poder decir en voz alta que otorga al deporte toda la jerarquía que éste se merece. Sin un plan profundo, con financiamiento efectivo y con apoyo a los que practican deporte, se seguirá marcando el paso. Ese aspecto vale más que organizar diez grandes eventos mundiales o panamericanos. La última olimpiada fue un barómetro inexorable de nuestro estancamiento.

Así nació el Champion de la Prensa

Ser huasos no priva de ese sentimiento tan esencial que se traduce en la palabra "bohemia". Por cierto que la bohemia positiva, la que engendra idealismos, la que da a la vida un sentido superior despojado de ese moho que corroe el vivir asfixiados por el excesivo materialismo. El huaso sigue siendo bohemio. Sigue soñando. Sigue haciendo girar el mundo en su medialuna, sin buscar otra recompensa que la propia satisfacción de hacer deporte por deporte. Bohemia que organiza rodeos para lucir su destreza y la de su cabalgadura, animada siempre por el propósito que si éstos dejan utilidades, vayan a beneficio de obras sociales o del propio local. Tan bohemios, que no sólo absorben los gastos que representan mantener sus caballos o concurrir a los rodeos, sino que cancelar la inscripción en cada serie en que participan.

Esos huasos bohemios, en una trasnochada enriquecida de canciones chilenazas, se unieron a cuatro bohemios de la prensa y se propusieron organizar y hacer efectivo este "Gran Champion de la Prensa". ¡Qué grandes estuvieron esa noche Juan Enrique Lira, Raúl Pizarro, Jaime Vargas y Luis Baeza!

¡Tanto va el cántaro al agua…! Alberto Moreira, no cesó jamás en su afán: "Sr. Presidente, ¿cuándo haremos el Champion de la Prensa?" El directorio compartía el propósito, veía su significado, pero advertía dificultades para ubicar el local adecuado, Y todo quedó allanado cuando Virgilio Garbin y el mismo Moreira dijeron: ¡AHI ESTA ISLA DE MAIPO, AHÍ ESTA NUESTRO CLUB, ALLI LO HAREMOS Y NO TEMAN QUE LO HAREMOS BIEN…!

Porque el Rodeo se estima un deporte grande

El rodeo se estima un deporte grande, inmenso. Sabe que es el genuino deporte de los hombres del surco, del arado, de la tierra. Sabe que esos hombres han sembrado entusiasmos y cosechado cientos de medialunas. Sabe que se identifica con la Patria misma, tanto que el primer festival deportivo que se hizo durante la Conquista fue un rodeo donde hoy está la Plaza de Armas de la capital. Sabe que es el segundo deporte de Chile en cuanto a cultores y el segundo en cuanto a espectadores que presencian sus competencias.

Razones muy poderosas han impedido hasta ahora que los periodistas deportivos se adentren plenamente de la técnica del rodeo, de sus reglamentos tan peculiares que los diferencian sustancialmente de todas las otras disciplinas deportivas. De lo que representa la raza caballar chilena. De lo extremadamente difícil que es el arte de adiestrar un buen caballo corralero. Y de lo complejo, a veces cruel, que es obtener novillos en un medio en que la falta de una masa ganadera se hace sentir en todo orden de cosas.

Porque no se los permiten sus actividades profesionales, a los periodistas no les es posible concurrir a los rodeos y no concurriendo, no conocer su ambiente, a los hombres que lo conforman.

Y al no conocer el ambiente, para más de alguno se han hecho efectivas y han estimado como ciertas, versiones absurdas que se han propalado –no calificamos intenciones de quienes han incurrido en esa maldad- de que se trata de un deporte clasista y el que, a mayor abundamiento, tiene más de fiesta que de deporte. Prevalece aún en muchas personas la idea de que es un deporte de élite, reservado para personas de un altísimo nivel económico. Mal informados, haciendo fe en ese rumor que se ha pretendido hacer verdad, no sabían que la medialuna está abierta para todo el que ame el rodeo, sin otra condición que respetar sus leyes; no sabían que en las corridas participan hombres de las más extrañas actividades y de las más extrañas condiciones económicas. Esta y no otra es la realidad. Si no lo fuera, querría decir que este es un país, afortunadamente, de un altísimo nivel económico. Son tantos los miles de aficionados que concursan que no habría otra alternativa que aceptar como verdadero lo antes mencionado. Y esto sin considerar a muchos miles más que sólo concursan en rodeos regionales, pichangas o lo que denominan "huireos", rodeos entre grupos de amigos de una pequeña zona.

¡El agrado que no olvidaremos! Ver junto a las quinchas a tantos maestros del periodismo nacional

Pocos, los menos, pegaron la falta, algunos excusándose, otros no…

La alegría de ver superados todos los cálculos. Eran muchos. Tantos, que cualquier deporte habría experimentado un enorme orgullo al verificar que a su llamado responden de tan generosa manera.

Tal para cuales. El "Club Isla de Maipo", interpretó su responsabilidad y fue un estupendo anfitrión. ¿Que le denominan club chico…? Ojalá que todos los que se asignan calidad de grandes tuvieran iniciativas como ésta y la cumplieran con tanta excelencia, con tanta cordialidad, con tanto cariño.

Entre periodistas, dirigentes, invitados y autoridades locales, sobrepasamos el centenar de personas. Los cien que éramos, nos servimos las panitas a lo Arturo Correa, los pollos a lo Gonzalo Vial y los asados al palo a lo Virgilio Garbin, como si fuéramos trescientos. Y hubo un desfile extradeportivo  organizado por Maximiliano Geinkosky y los hermanos Olave, en que fila india, pero muy larga, desfilaron representantes de todos los ricos viñedos de la comuna, que ahora muchos llaman Estado, de Isla de Maipo.

Tonadas y cuecas, cuecas y tonadas. Rasguear de guitarras de "Las Consentidas", que no se detuvo jamás. Arpa y vihuelas del conjunto criollo "Los de Isla de Maipo". Toneladas de tallas y anécdotas. Y todo esto sin discursos proposopéyicos, aunque al final las palabras de Orlando Ruiz calaron muy hondo. Era un extraño discurso. Mezcla del decir tan propio del payador criollo y del orador que sabe dominar las metáforas, la psicología y la filosofía. Se robó Orlando Ruiz la película. Hizo vibrar a todos con sus alusiones chispeantes y sus evocaciones gratas.

¡Qué satisfacción haberlos conocido! ¡Qué satisfacción que nos hayan conocido!

El río grande nace pequeño; en su curso, los arroyos van acrecentando su caudal. En este caso el río nació de cinco arroyos de agua de vertiente, pura, cristalina: Julio Moreno Toledano (Q.E.P.D.), Juan Enrique Lira, Luis Baeza y Jaime Vargas. El escultor que cinceló el fervor de los que prosiguen su obra, seguramente allá en lo alto donde continúa la vida haya escrito una crónica más y que en algún pasaje de ella diga: "Ojalá que en un año más este arroyuelo sea un río tan caudaloso como el río Maipo en sus días majestuosos". Nuestro viejo y querido "Piti", no podía estar ausente de algo que llegó a sentir como el más huaso de los huasos.

Tuvo en todo el aspecto de un auténtico Rodeo Oficial de Primerísima Categoría. Una medialuna perfecta hasta en los menores detalles. Camiones y camiones transportando caballo y novillos. Una enramada que llama a la alegría, la amistad y la chilenidad. Un ambiente superior a un rodeo de primerísima calidad, algo así como un extracto de un Campeonato Nacional. Con toda la expectación que éste provoca. Presencia total del Directorio de la Federación. Gran señor de la Medialuna, símbolo de ella, don Fernando Hurtado no podía estar ausente. Como lo estuvo Francisco Romo, el Comandante en Jefe del Rodeo en la provincia de Santiago. Y como lo estuvieron los curicanos. ¡Qué lindo gesto…! Allí estuvo casi el total del célebre equipo tantas veces campeón. Entre ellos tres Campeones de Chile: Ramón Cardemil, Pablo Quera y Raúl Cáceres. Y no es todo. En la tarde, luego de enfrentar a cuatro equipos diferentes, mostraron su alto estado atlético al clasificarse CAMPEONE S INVICTOS DE BABY FUTBOL. Para la historia debe quedar constancia que se reforzaron con un ariete formidable, con un auténtico hombre gol, Jorge Lasserre.

¡Al maestro con cariño!

El apelativo fue una herencia que dejó Enrique Labbé al abandonar el país corralero de Lampa, para radicarse en Los Angeles. ¿Quién es el maestro con cariño? Simplemente, Alberto Moreira. ¿El porqué del apelativo? Nunca se supo. Algunos creían que por su calidad de maestro en la Escuela de Arquitectura…, pero la gran mayoría asevera que esa es apenas una parte de infinitas razones.

Pero el maestro fue un maestro. Dictó una charla técnica previa al rodeo, que fue de enorme provecho para los ilustres visitantes. En breves minutos dio a conocer el origen del caballo chileno; lo que representa culturalmente la artesanía huasa; la expresión de auténtico folklore que hay en el atuendo huaso, como en todo cuanto está en juego alrededor del rodeo. Y finalizó dando una breve reseña de cómo se juzga una corrida, de todo lo que en ella se persigue, que es mucho, pero mucho más que atajar y atajar.

¡QUÉ SATISFACCIÓN HABERLOS CONOCIDO! ¡QUÉ SATISFACCIÓN QUE NOS HAYAN CONOCIDO!