Pacheco-Huenchul, el reecuentro de una collera con larga historia

La pareja de Diego Pacheco y Luis Huenchul se ha ganado un lugar en la historia del rodeo chileno. Pese a no contar con un Campeonato Nacional en sus trofeos, el hecho de estar siempre en la pelea durante 12 años ha convertido a esta collera en emblemática a la hora de repasar los Champions de Chile.

Y es por eso que su reencuentro en la temporada 2015-2016 en el Criadero Doña Dominga Casa Silva se transformó en uno de los hitos del año corralero, más aún si los resultados se dieron de inmediato, como reparó Huenchul.

"Fíjese que nos fuimos a probar en un rodeo por ahí (Casablanca) y nos fue bastante bien, de hecho ganamos el rodeo, así que al menos el asomo anduvo bueno. Estamos ahora trabajando y nos quedan unos potros nuevos que estamos corriendo, así que al menos el asomo fue bueno", señaló.

Pero no sólo se trató de un triunfo, sino que además completaron a Naguil Los Robles Payaso y La Reposada Rastrojero, demostrando que no les costó para nada entenderse de nuevo en las quinchas.

"Es que en el fondo dejamos de correr, pero trabajamos siempre juntos, en el criadero de él (Taitao) y acá en Casa Silva, siempre ha habido una muy buen relación, de amistad, también entre nuestras familias, Como decía, en el fondo solo dejamos de correr juntos, el resto todo siguió igual y ahora volvemos a correr vaca", recalcó Huenchul.

Para Pacheco, este regreso como dupla también es motivo de satisfacción.

"Estoy muy contento porque se dio este año la oportunidad de volver a correr con Luis. Estuvimos tres temporadas sin correr, en ésta se dio la posibilidad y estamos felices de reencontrarnos. Son muchos años que corrimos juntos, 12 temporadas donde logramos hartas cosas bonitas, así que feliz de volver a correr con un amigo", manifestó, reconociendo también que no les costó mucho afiatarse.

"Tuvimos la suerte de ganar el primer rodeo que corríamos en Casablanca. Claro, llevamos muchos años corriendo juntos y ya nos conocemos los arreos, como le gustan los caballos a uno y al otro, así que la cosa ha andando muy bien", señaló.

Los inicios

¿Pero cómo se formó este binomio? Así lo recordó Luis Huenchul: "Esto partió hace mucho tiempo. Cuando yo estaba en el Criadero Vista Volcán, en un momento don Ricardo Walker quería que Sebastián corriera con Eugenio Navarrete que estaba en ese momento, que Sebita tuviera más protagonismo en el criadero, y entonces me llamó Diego de acá de San Fernando. Ahí empezamos a conversar, salí del Vista Volcán, pasaron unos 15 días y me llamaron. Yo creo que fue de parte de don José Víctor Quezada que me conocía y parece que hizo el puente con Diego".

"Ahí llegamos a correr acá a Colchagua, al campo de don José Francisco Cuevas, del Criadero Talcarehue. Después nos fuimos al Claro de Luna, de don José Elías Rishmawi y luego llegamos a Casa Silva y ahí nos quedamos", agregó.

Pacheco aportó más datos de esos primeros pasos corriendo juntos en el Criadero Talcarehue y los rumbos siguientes que tomaron como compañeros.

"Fue bonito, eran otros tiempos, eso fue en 1999, hace hartos años atrás. Todo costaba más en esa época, pero fue muy bonito, completamos y llegamos con una collera de Talcarehue a Rancagua, Chascarro y Prodigio. También completamos otra en la primera vez que el Orayón llegó a Rancagua, Orayón y Facundo. El Facundo era un potro que me prestó don Salvador Larraín. Al año siguiente nos fuimos al Claro de Luna, donde José Elías Rishmawi, y ahí salimos dos veces seguidas Terceros Campeones de Chile, en las temporadas 2000-2001, con el Orayón y el Plebiscito, y en 2001-2002, con la Soledá con la Pituca", rememoró.

"Después de esos años, José Elías quiso parar un poco y ahí formamos el corral Torreón, en sociedad con Casa Silva. Estuvimos juntos un año, que fue la primera vez que corrió José Antonio Urrutia y llegó con Luis a Rancagua. Luego, en la temporada 2003-2004 se formó Doña Dominga, solo; Torreón se independizó y Doña Dominga armó su criadero. Ahí seguimos hasta 2012. Llegamos a Rancagua todos los años, corrimos varias veces el cuarto animal; creo que sólo dos veces no llegamos a la Final, siempre andábamos en la pelea, así que creo que han sido años súper exitosos", añadió.

Campañas recordadas

Como apuntó Pacheco,  en dos ocasiones terminaron entre los tres primeros, pero a la hora de repasar campañas, hay otra que destaca como indicó Huenchul.

"Sin duda que se recuerdan las dos veces que fuimos Terceros Campeones y una muy bonita en que tuvimos mala suerte, porque estuvimos punteando el Champion de Chile en el Indiano con el Cacarito y lamentablemente nos salió un toro que no nos cooperó mucho en el cuarto animal. Ahí se nos desarmó un poquito el naipe y tuvimos que desempatar el tercero, de hecho lo perdimos. Esas fueron las más conocidas, pero hemos tenido hartas campañas buenas, con caballos buenos; son todas bonitas, pero las más destacadas son esas", relató.

Pacheco aportó sobre ese episodio que "en 2005 empatamos el tercer lugar. Esa vez fue cuando nos salió el toro negro, pero no se pudo nada más, habrá que buscarla en otra ocasión. La vida da muchas oportunidades y hay que saber aprovecharlas eso sí".

Además, el dueño del Criadero Taitao apuntó que "la última vez que corrí con Luis en Rancagua fue en 2011; en 2012 también corrimos juntos (la temporada), pero los potros los corrió Gonzalo en los Clasificatorios y él los premió para Rancagua".

Fueron muchos los caballos que marcaron a esta pareja, pero Huenchul recuerda principalmente dos, por lo que han significado en cuanto a sangre.

"El Orayón fue un potro que lo hizo don César Moraga y tuve la suerte de terminarlo yo, y correrlo; y el Plesbiscito, que hoy es una de las sangres muy comunes entre los criadores. Ahora estamos corriendo los hijos del Orayón y del Plebiscito, estamos en la zona de esos potros, somos seguidores de esas líneas y estamos tratando de potenciarlas con otros caballos. Nos han abierto las puertas varios criaderos para poderlos mezclar", comentó.

"De hecho, hoy mismo en la mañana (ayer jueves) estuvimos en el Criadero Doña Dominga tomando una yegua que es hija del Plebiscito en una yegua del Escorpión, que es Santa Isabel. Hemos tenido la suerte de poder compartir estos caballos que nos dieron tantas satisfacciones y triunfos, con caballos de Santa Isabel o de Santa Elba en un momento", continuó.

Pacheco recordó al "Orayón, Cacarito, la Soledá, el Chascarro, la Manoni, el Fuste", para añadir que "hubo varios caballos importantes".

Un auspicioso presente

Con una collera lista para los Clasificatorios, los jinetes de la Asociación Colchagua ya piensan en buscar más.

"Tenemos una collera completa y unos potros con nueve puntos sin requisito. Además, yo tengo una tercera collera para correr con caballos de mi Criadero Taitao", contó Pacheco.

"Esta semana la vamos a dejar de receso para estar con la familia y la otra semana yo creo que vamos a salir a Curicó, porque hay un Primera con Puntos. Andamos buscándole el requisito a unos potros nuevos y seguir con don Gonzalo (Silva), el jefe, para correr el Flagelo con el Cambalache, y tratar de hacerle los puntos", agregó Huenchul.