Cardemil y Astaburuaga: astros en las quinchas
Hugo Cardemil y José Astaburuaga durante El Chileno 1993
Fuente: Anuario 1993
Actuación maciza la de los curicanos en la medialuna rancagüina. En la hora de las definiciones sacaron a relucir su experiencia y se llevaron todos los premios. Así lo testifican los resultados del XLV Campeonato Nacional de Rodeo.
Interesados en conocer las razones de esta supremacía, primero preguntamos a los corraleros y después averiguamos en los archivos.
Desde 1949 en que Ernesto Santos y José Gutiérrez, del club de Rodeo de Temuco, levantaron sus banderas en el Nacional de Rancagua, en la Chunga y el Bototo, hasta este 1993 con Hugo Cardemil y José Astaburuaga, de la Asociación Curicó, en Esquinazo y Reservado, no se recuerda otra final tan expresiva y en la que cuatro colleras de una misma asociación recibieran los aplausos y las medallas.
Luego de todos los rodeos realizados en la temporada 1992-1993, un total de 180 colleras consiguieron el puntaje requerido para intervenir en los Clasificatorios. De ellas 18 representaban a Curicó; 13,5 a Osorno; 12 a Valdivia; 12 a O'Higgins; 10 a Santiago; 8 a Melipilla y 8 a Linares.
Terminados los tres Clasificatorios, la Asociación Curicó quedó al frente, arribando a Rancagua con 16,5 colleras, de las cuales 9 pasaron a la final disputada el domingo 4 de abril de 1993.
Curicó, entonces, era sin duda la primera fuerza corralera del país. Y pese a estar jinetes de asociaciones con tanta historia con Valdivia, Osorno y O'Higgins, la actuación de la delegación curicana no dejó brechas que pudieran frustrar sus ansias de convertirse en la primera potencia de nuestro criollo deporte.
Cosecha de oro
Hugo Cardemil y José Astaburuaga, en una nueva tarde de triunfo, se terciaron sus terceras medallas de oro como Campeones de Chile.
Lo habían hecho en 1990 en Lechón y Reservado, con 31 puntos buenos. Repitieron en 1991 en Esquinazo y Reservado, también con 31. Y ahora en 1993, volvieron a confirmarlo con 36 puntos en los mismos ejemplares.
Recordemos que para Hugo Cardemil es su cuarto título y cuarta presea dorada también. En 1986, junto a Guillermo Barra en el Salteador III y Pensamiento, conoció las alegrías que deparan la obtención, por primera vez, de un Nacional.
Así, las distancias con su hermano Ramón, el supercampeón de Chile con siete títulos a su haber, se han ido acortando. Total, todo queda en familia.
Saliendo desde el apiñadero
Casi al filo de las tres de la tarde (14:52 horas) se dio comienzo a la final del XLV Campeonato Nacional de Rodeo. 35 colleras se presentaron en la medialuna para disputar una nueva edición y de ellas, sólo 33 quedaron en competencia luego del primer novillo.
Los que debieron enfilar hacia la salida muy tempranamente fueron Gabriel Orphanopoulos y Mariano Torres, de la Asociación Linares montando a Enano Maldito y Salteo, perdiendo el punto bueno en el apiñadero al pasar y cortar línea de sentencia. Lo mismo aconteció con Luis y José de la Jara, de la Asociación Maipo, que en Arrebato y Estribo no lograron puntuar.
Asimismo, Felipe Jiménez y José Reyes, del criadero Mackenna (Asociación Melipilla), en Canteado y Labriego consiguieron marcar 8 unidades positivas.
A su vez, Hernán y Marcelo Monsalve, de la Asociación Osorno, en Arrinconada y Entorchada, cosecharon 12 puntos, con dos atajadas grandes de cuatro y una de tres.
La collera local de Patricio Fresno y Patricio Palma, de la Asociación O'Higgins, obtuvo 8 buenos en Rotita y Riojana, superando el punto de castigo por un mala salida del apiñadero.
Por su parte, los curicanos Cardemil y Astaburuaga, generaron suspenso con su producción en el primer novillo. En la primera atajada, José Astaburuaga entró derecho con el Reservado, quedando con cero puntos.
Hugo Cardemil compuso la situación con una de cuatro puntos en el Esquinazo. Joselo replicó también con una grande, luego de atajar impecablemente el novillo. Con eso sumaron 9 buenos, como preparando el terreno para lo que vendría después.
También lucían sus cartas las colleras de Hernán Mosalves y Francisco Navarro, de la Asociación Osorno, en Malicioso y Yelcho II; Ricardo de la Fuente y Eduardo Tamayo, del Criadero Santa Isabel (Asociación Valdivia), en Escultura y Estribera; los curicanos Pedro Galaz y Jack Muñiz en Pajarraco y Piré, Juan Carlos Loaiza y Eduardo Tamayo, de Valdivia, en Escogido y Lolero; Galo Bustamante y Vicente Yáñez, en los potros del Criadero Lo Miranda (O'Higgins) Esparramo y Corsario. Todos ellos con siete puntos buenos.
Con cinco puntos se anotaban Cardemil y Astaburuaga en Embeleco y Culateo; y Galaz y Muñoz en Mate Amargo y Dedal de Oro.
Próximamente publicaremos la segunda parte y final de este clásico.