la historia del Reservado, (1ª parte)
El potro conducido por Guillermo Barra durante el Campeonato Nacional de 1988 Por caballoyrodeo.cl Las Vizcachas Reservado (70221) La historia de este reproductor se remonta a principio de la década de los 70, cuando tras largas insistencias, quien entonces era un niño de aproximadamente 11 años, Daniel Calvo Puig, consigue de su padre Miguel Calvo Aguirre el compromiso de comprar para él una yegua corralera. El entusiasmo de Daniel es justificable, su infancia siempre relacionada con los caballos chilenos; también su padre Miguel, como miembro de la familia Aguirre no escapó a la pasión por los caballos chilenos; y su abuelo materno de Daniel, don Baltasar Puig Brenner, gran criador, dueño del criadero Las Mercedes, y destacado corralero. Informados por sus tíos, Guillermo y Fernando Aguirre, que en Los Angeles se llevaría efecto un gran remate de caballos chilenos de la Compañía Agrícola Rucamanqui S.A., consigue de su padre el compromiso de materializarla oferta de compra de una de yegua en la Hacienda Rucamanqui, ubicada en Los Angeles. El día del remate los acompaña Guillermo Aguirre Acuña y Alvaro Costa Aguirre. Este último conversa con el campero de la Hacienda , Segundo ¨don Segua¨ Quezada, quien le recomienda para el niño la yegua ¨Vizcacha¨, una mulata renegrida, con una mancha blanca en la parte inferior de la guata, nueva, que don Segua tenía como piara monterera para capatacear, y sería el ideal para un niño, porque era mansita, de muy buena boca, y de muy buena sangre. La yegua era hija del potro Andamio (No Me toques y Torhuela II) criada por don Alberto Araya y de la yegua Volanda (Jota y Guinda), don Francisco Antonio Encina, ambos criadores garantía de excelencia y seriedad en el control genético de sus respectivos criaderos. Cuando Miguel Calvo escuchó las bondades de la yegua pintada, pensó que sería la ideal para su hijo, porque como era nuevecita le daría tiempo al niño parta madurar antes de entrar de lleno en el mundo del rodeo, deporte al que quería entrañablemente pero temía por el niño por el fanatismo que produce en sus seguidores. Comprada la yegua la trasladan esa misma noche al campo de don Feña Aguirre, donde la vio el Memo Aguirre, hermano de Coteco, y la encontró con muy poco desarrollo como para ser buena yegua corralera. Al día siguiente, la yegua Rucamanqui Vizcacha se traslada al Fundo Pumarchigue de su abuelo Baltasar Puig, hasta donde llegaba verano a verano Daniel Calvo a galopar su yegua u ¨arreglarla¨ el mismo, soñando para cuando grande competir con ella en los rodeos. L inexperiencia de Daniel y la falta de un trabajo constante, no permitió que la yegua pudiera demostrar sus verdaderas condiciones corraleras. Pasada algún tiempo Daniel optó por reproducir la yegua, y como su abuelo no tenía ningún potro, consiguió que este fuera a pedirle a su gran amigo y vecino don Alberto Schwalm Bielefeld, dueño del prestigiado criadero La Amanecida, una monta para la yegua de su nieto. Generoso como era don Alberto, le hizo sacar cinco potros, y don Baltasar escogió de inmediato el estribillo, el que por esos entonces, aún no era campeón de Chile ni tenía la sombra del prestigio que algún día llegaría a ganar. Recuerda Daniel que aún cuando a don Alberto le parecía mejor un potro bayo, grande, de muchos adornos, precioso, su abuelo Baltasar insistió en el Estribillo por ser hijo de la yegua Reserva, una gran yegua corralera que le había dado tantos triunfos y que era de la más pura corriente sanguínea. El potro conducido por Hugo Cardemil en 1986 En vísperas de Navidad, el día 20 de diciembre del año 1977, a orillas del Río Rahue, en el Fundo Pumarchigue, la yegua negra guata blanca Vizcacha, parió un potrillo negro al que ¨don Balta¨ bautizó como ¨Reservado¨, en homenaje a su antigua yegua Reserva. El potrillo Reservado fue inscrito el 22 de marzo de 1978 en la SAGO con el número 6020, y posteriormente, la Sociedad Nacional de Agricultura, le asigna el Nº 70221. En la Final de 1990, conducido magistralmente por José Astaburuaga Los primeros pasosComo era el potrillo de su nieto Daniel, don Baltasar lo cría atoda leche junto a su madre la yegua Vizcacha en un potrerillo inmediato a la casa del fundo. Daniel recuerda ¨...era un potrillo muy regalón y le encantaba nadar, Cuando nosotros nos íbamos a bañar al río Rahue, el potrillo nos seguía, y si nos subíamos al bote el potrillo nadaba detrás de nosotros...¨. A esos veranos en el fundo Pumarchigue también concurría Juan Pablo Mayol, y su novia, hermana de Daniel. Fue en uno de esos cuando ambos jóvenes convinieron en hacer una sociedad para terminar de criar al potrillo y prepararlo para la corrida de vacas. Como don Baltasar Puig estaba decidido a no continuar manteniendo caballos, la yegua Vizcacha se traslada al fundo Chifin, de su propiedad de su tío Fernando Aguirre, y el potrillo Reservado lo trasladan al fundo El Sauce, de Chimbarongo, de propiedad del padre Juan Pablo, el e Campeón de Chile, Luis Mayol Bravo, dueño del criadero Chimbarongo. Ya en edad de ¨soportar los cueros¨ viajó a Colchagua, es amansado por el ¨Chinito¨ Navarro, amansador del criadero Chimbarongo, quien se lo entregó galopando, retrocediendo y abriendo puertas al arreglador Gabriel Rojas. Gabriel, a poco de comenzar su educación, se sorprendió de la calidad del caballo, el que con inusitada facilidad aprendía de troyas, vueltas y todo lo relacionado al rodeo. Dice Gabriel Rojas que ¨... grande fue su sorpresa cuando al acercarlo al toro y empujarlo, éste cayó al suelo, situación que aprovechó el potro para arrodillarse junto al huacho caído para jugar con él...¨ Reservado siguió repitiendo esta gracia durante toda su campaña maravillando y poniendo de pie a medialunas repletas que acudían a su sola mención para verlo en toda su magnifica expresión. En agosto del año 1980, don Luis Mayol vende su fundo El Sauce y se traslada al funo Angostura de San Fernando, donde lleva toda su caballada. Gabriel Rojas no sigue a cargo del Reservado, pues se queda en el Fundo El Sauce con sus nuevos propietarios. En el fundo Angostura los Mayol eran visitados periódicamente por su gran amigo y varias veces campeón de Chile Ruperto Valderrama, el que al poco tiempo se hace cargo del trabajo de tres o cuatro caballos del criadero. Cuenta don Luchín Mayol que en una oportunidad le dice a don Rupa, que si luego de trabajar todos los caballos tiene tiempo, le eche una ensilladita a ese potrito negro cariblanco, refiriéndose al Reservado. Después de unos galopes vuelve don Rupa y textualmente le dice¨oiga don Luchín, este caballo no es del lote que me había pasado. Hasta ahora usted me ha tenido trabajando puras citronetas y este es un Mercedes Benz¨ El potro durante la final de 1990 A contar de ese momento, el trabajo del potro queda en manos de Ruperto Valderrama, quien continúa el arreglo iniciado por Gabriel Rojas. Cuando ya el manco estaba en condiciones, se acuerda llevarlo al rodeo de San Fernando para que fuera conociendo las medialunas. Desgraciadamente Ruperto Valderrama no puede concurrir a ese rodeo y se acuerda que Raúl Amaro, quien era el arreglador que había reemplazado a Grabiel Rojas en el criadero Chimbarongo lo use para capatacear. Bastó que Hugo Cardemil Moraga, que estaba corriendo en el rodeo viera al Reservado para que se enamorará de la vistosidad y gran sello racial del potrito negro. Dice Hugo que ¨.. de sólo verlo entrar me di cuenta que era distinto al resto al solo golpe de vista pensé que tendría que ser extraordinario para correr la vaca. Su porte, anchos pechos, tremendos huesos, buenos bajos, no tuve ninguna duda, seguiría al potro hasta que pudiera comprarlo.. tenía la intuición de que con ese potrito podría cumplir mi meta tan anhelada de llegar alguna vez a ser campeón de Chile ...había estado tantas veces cerca de alcanzarlo... este potro me traería la suerte...¨ En febrero del año 1982 el criadero Chimbarongo hace un remate en el que se incluye el potro Reservado de la sociedad de los jóvenes y ya cuñados Daniel Calvo y Juan Pablo Mayol. En el martillo está don Andrés Mujica Bello, y llegan al valor fijado por sus jóvenes propietarios, esto es la suma de $ 400.000.- equivalente en ese entonces, al valor de un automóvil Peugeot del año. Terminado el remate se acerca Hugo Cardemil al martillero y antes que se interponga nadie, acepta pagar el valor fijado por sus propietarios., y esa misma noche se lo lleva al fundo La Ramada a orillas de la carretera, camino a Curicó. Hugo Cardemil se lo entrega al arreglador Sergio Tamayo O. para que lo termine de educar, siendo este jinete quien en definitiva lo pule y lo completa como caballo corralero, durante el año y medio que está a su cargo. |